18 de diciembre de 2008

De la Gran Colombia al Mercado Común del Sur. Venezuela en los diversos mecanismos de integración regional.

“…No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión...¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830
Ultima proclama del Libertador Simón Bolívar

Resumen

La política comparada constituye un trabajo muy exigido y exigente para quienes la practican. El trabajo comparativo requiere amplios conocimientos de historia global y regional, a fin de discernir entre lo estructural y coyuntural de la política; de teoría social y sociología, para identificar los cambios significativos y cruciales para las diversas sociedades, Estados y formas de organización de la vida política. Con este trabajo se pretende analizar los diversos procesos de integración en Latinoamérica y el Caribe, desde la creación de la “Gran Colombia” en 1821 hasta el presente y futuro del Mercado Común del Sur. Además, se comparan los diversos mecanismos que actualmente están vigentes en el hemisferio, como la participación y propuestas de la República Bolivariana de Venezuela en cada uno de ellos.
Entre las conclusiones a las que se desea llegar con este trabajo se encuentran enumerar los obstáculos por los cuales un proceso de integración en la región aun no se cristaliza.
Palabras claves

Mecanismos de integración, Gran Colombia, UNASUR, MERCOSUR, Venezuela, Latinoamérica, federalismo, regulacionismo, ALCA, ALBA.


Simón Bolívar, el genio político detrás de la Unión.

El proceso de integración en Latinoamérica y el Caribe se remonta 200 años atrás (1800, siglo XVII) durante los tiempos de la lucha por la independencia suramericana en contra del colonialismo europeo. En ese entonces, Simón Bolívar “El Libertador”, y los próceres de América lucharon por construir un hemisferio unido. Lo lograron, y el sueño aunque duró solo diez años se vio cristalizado con la creación en 1821 de la República de Colombia, mejor conocida como la “Gran Colombia”. [1]
Bolívar en su Carta de Jamaica[2] escribe: «La Nueva Granada se unirá con Venezuela, si llegan a convenirse en formar una república central cuya capital sea Maracaibo…Esta nación se llamaría Colombia como tributo de justicia y gratitud al creador de nuestro hemisferio».
Caída la Segunda República de Venezuela en 1814 y triunfante en 1816 el ejército español en Nueva Granada, tanto venezolanos como granadinos comprobaron que las naciones o repúblicas aisladas, son destruidas fácilmente por la potencia dominante. En una carta al General Santiago Mariño, del 16 de diciembre de 1813, Bolívar advertía: «Divididos seremos más débiles, menos respetados de los enemigos (...) La unión hará nuestra fuerza y nos hará formidables a todos». La unión fue la consigna de Bolívar a lo largo de toda su actuación en suelo latinoamericano. Los neogranadinos lucharon por la libertad de Venezuela en 1813, y los ejércitos venezolanos en 1819 salieron a dar libertad a la Nueva Granada.
La Constitución de la Gran Colombia

El 17 de diciembre de 1819, a orillas del río Orinoco, en la histórica ciudad de Angostura –hoy, Ciudad Bolívar- el Congreso de Venezuela dicta la Constitución de la República de Colombia, compuesta por Venezuela, Nueva Granada y Ecuador (todavía ocupado éste por los españoles); el territorio de la nueva nación comprende una extensión de más de 2.000.000 km2 y se encuentra dividido para su gobierno en tres departamentos: Venezuela, Cundinamarca y Quito, cuyas respectivas capitales son Caracas, Bogotá y Quito. La más alta jerarquía en el Ejecutivo de la República la tiene el presidente, y en su defecto el vicepresidente; además en cada capital de departamento habrá un vicepresidente. Los símbolos de la unión son los mismos de Venezuela, mientras el Congreso Constituyente de Colombia, que debería reunirse en territorio neogranadino en 1821, dictase su Constitución. Simón Bolívar fue designado presidente.
Realizadas las elecciones nacionales para elegir constituyentes, conforme a lo prescrito en el estatuto fundamental de Angostura, el Congreso de la República conformado por 57 diputados se reunió en Villa del Rosario de Cúcuta[3], Nueva Granada, el 6 de mayo de 1821. El 12 de julio del 1821 se firmó la ley fundamental de la Unión de los pueblos de Colombia, conocida como “Constitución de Cúcuta o Constitución de la Gran Colombia”.
División político-territorial. Bogotá fue designada capital de la República y ésta se dividió en departamentos, provincias y cantones; la máxima autoridad ejecutiva en los primeros era el intendente, en las provincias el gobernador y en los cantones el juez político. Se le dio a la Gran Colombia: Escudo de Armas, Sello y Bandera; esta última fue la tricolor que había venido usando Venezuela.
Poder Legislativo: El Congreso adoptó medidas que preveían la abolición progresiva de la esclavitud, decretó la abolición del tráfico de esclavos, y legisló sobre la enseñanza pública, poder judicial, naturalización de extranjeros, exención de porte de correos a periódicos y otros impresos, libertad de imprenta, importación, aranceles y tarifas, registro de buques nacionales y nacionalización de los extranjeros, tabaco, factorías y exportación, contribución directa, asignación de bienes nacionales a los servidores de la república, confiscación de bienes pertenecientes al Gobierno español, extinción de los tributos de los indígenas, contaduría general de Hacienda, papel sellado, uniformidad de pesos y medidas, enajenación de tierras baldías, modo de proceder contra conspiradores y perturbadores de la tranquilidad pública y otras materias de capital interés para el desenvolvimiento de la administración nacional.
Poder Ejecutivo, está depositado en un presidente y un vicepresidente. El período gubernamental es de 4 años. El presidente elegido en Cúcuta fue el Libertador Simón Bolívar y como vicepresidente resultó electo el general Francisco de Paula Santander.[4]
Militarmente, de acuerdo con las facultades que le había otorgado el Congreso para dirigir la guerra, el Libertador emprendió la Campaña libertadora del Sur. Luego de singulares batallas, el 13 de julio de 1822 se incorpora formalmente Guayaquil a la Gran Colombia. Llamado por los patriotas peruanos, emprende viaje por mar el 7 de agosto de 1823 desde Guayaquil, y llega el 1 de septiembre a Lima. Estará en el Perú hasta el 3 de septiembre de 1826, cuando emprende el regreso después de dejar libre de la dominación española a la tierra de los incas y de haber fundado la República de Bolivia.
Durante la ausencia del Libertador, el vicepresidente Santander rigió los destinos de Colombia desde Bogotá, adonde se había trasladado ya el Gobierno a fines de 1821. Los congresos constitucionales de 1823, 1824 y 1825, que se reunieron en aquella ciudad con participación de senadores y diputados de todas las provincias, orientados por la capacidad administrativa y política del vicepresidente y sus principales colaboradores, fueron estructurando mediante numerosas leyes y resoluciones la vida civil de la República. La batalla de Carabobo en 1821, la batalla naval del lago de Maracaibo de 1823, la derrota de las fuerzas del coronel Agualongo por el general Bolívar en Ibarra, y la toma de Puerto Cabello por el general José Antonio Páez en noviembre de ese mismo año pusieron fin a las actividades bélicas de fuerzas regulares españolas en territorio grancolombiano.

Relaciones Internacionales de la Gran Colombia.
Estados Unidos en 1822, Inglaterra en 1825, Holanda en 1829 reconocieron la independencia de la Gran Colombia, y otras naciones, enviaron cónsules y agentes oficiosos a Bogotá y a los principales puertos de la República. Se reanudaron las relaciones diplomáticas estables con la mayoría de las naciones de América Latina de origen hispano, así como con el imperio del Brasil. Se estableció contacto directo con la Santa Sede, que accedió a consagrar a los arzobispos y obispos propuestos por las autoridades, aunque se negó a aceptar que la República, como lo había declarado el Gobierno, estuviese en posesión del llamado «derecho de patronato»[5] como sucesora de la Corona española. En 1824 la República contrató en Inglaterra un empréstito de 4.750.000 libras esterlinas. Los puertos grancolombianos continuaron abiertos a los buques mercantes de todas las naciones, excepto España, y se ofrecieron en venta tierras baldías a compañías extranjeras que se propusieron fomentar la inmigración. A pesar de las protestas o la resistencia de la Iglesia, pequeños grupos de no católicos, principalmente comerciantes y artesanos protestantes y judíos, se avecindaron en algunos puertos y hasta en poblaciones del interior. También tuvo cierto auge la masonería. En cambio, el proceso de abolición paulatina de la esclavitud avanzó muy lentamente y las tierras de algunos resguardos de indígenas empezaron a pasar a manos de particulares criollos o extranjeros. La distribución de los bienes nacionales (secuestrados a españoles o a criollos realistas expulsados) entre los servidores militares de la República, continuó, pero lo complicado del procedimiento dio lugar a abusos en las altas esferas del Gobierno central y al acaparamiento de tierras por algunos jefes, José Antonio Páez entre ellos.
Crisis y caída de la Gran Colombia.
En 1825 se celebraron nuevas elecciones para la presidencia y la vicepresidencia de la República. Las ganaron, respectivamente, Bolívar y Santander, pero durante la campaña electoral, el segundo fue objeto de fuertes críticas, especialmente en ciertas poblaciones de Venezuela y en Cartagena. La polémica sobre el modo como se había contratado y distribuido el empréstito de 1824 desempeñó en estos resultados un importante papel. Al mismo tiempo, se había despertado en ciertos sectores del centro-occidente de Venezuela un sentimiento de frustración por verse gobernados desde Bogotá, en tanto que entre los funcionarios civiles y los intelectuales de Nueva Granada se veía con desconfianza la posición preponderante que en las Fuerzas Armadas habían alcanzado muchos venezolanos. La condena a muerte del coronel Leonardo Infante en 1824, en Bogotá, la crisis político-jurídica abierta por la oposición del letrado Miguel Peña a firmar la sentencia, y la final ejecución del reo a comienzos de 1825, habían contribuido también a agudizar esas tensiones. En el Ecuador, que permanecía más tranquilo, existía descontento entre los dueños de obrajes, cuyos tejidos sufrían la competencia en precio y calidad que les hacían los importados de Inglaterra, y un malestar económico generalizado debido a que aquella región había costeado en una alta proporción los gastos del ejército grancolombiano libertador del Perú. En el ámbito político, muy pocos eran los nativos del Ecuador que ocupasen posiciones de alguna importancia en el Gobierno central.
La crisis, económico-fiscal por un lado, y político-militar por otro, estalló en los meses iniciales de 1826. Así empezó a resquebrajarse la Gran Colombia, cuando quebró la casa londinense de Goldschmidt, que administraba los fondos del empréstito, con lo cual el crédito externo de la Gran Colombia sufrió un colapso total. Sumado a ello, un movimiento separatista estalló en Venezuela el 30 de abril de 1826, encabezado por las municipalidades de Valencia y Caracas. El general José Antonio Páez tuvo un papel de primer orden en este movimiento que pasó a la historia con el nombre de La Cosiata.
En noviembre de 1829, Venezuela anuncia que se separa de Colombia. Han renacido y esta vez se han encauzado con mayor efectividad los propósitos de La Cosiata.
En enero de 1830 se reúne en Bogotá el Congreso Constituyente convocado por Bolívar, quien renuncia ante él sus poderes. El 6 de mayo abre sus sesiones en Valencia el Congreso Constituyente de Venezuela. José Antonio Páez declaró la autoctonía de Venezuela y promulgó el reglamento de Elecciones para la reunión del congreso constituyente. El Diputado José Luis Cabrera, al proponerse un pacto con Colombia, declara: «Que el enunciado pacto no puede tener lugar, mientras exista en el territorio colombiano el General Simón Bolívar». El 13, Quito se separa de Colombia. El 4 de junio es asesinado en Berruecos el gran mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. El 22 de septiembre el Congreso de Valencia aprueba la Constitución de la República soberana de Venezuela. Páez es el primer presidente. El 23 de septiembre Quito promulga su primera Constitución. El general Juan José Flores ocupa la presidencia del nuevo Estado que se denomina Ecuador. Bolívar muere en Santa Marta, Colombia, el 17 de diciembre de 1830.
Aún después de muerto el Libertador, el general Rafael Urdaneta, a la cabeza del Gobierno en Bogotá, trata de restablecer la unidad. No lo consigue, y ha de renunciar en abril de 1831. La Nueva Granada constituye también una república soberana, cuya presidencia asumirá Santander en 1832. En 1863 se llamará Estados Unidos de Colombia, y a partir de 1886, República de Colombia.
Luego de esta etapa de integración regional, Venezuela se vio sumergida en una etapa de Caudillismo y Guerra Federal, donde los altos jefes militares predominaron en la escena política del país. Más de veinte presidentes entre militares y civiles, tomaban el poder del país, por elecciones, revoluciones o golpes de Estado. Así llegamos, luego de la segunda guerra mundial, hasta el 30 de abril de 1948, cuando 21 países del continente americano se reúnen en Bogotá, Colombia, para participar en la IX Conferencia Internacional Americana, donde se firma la Carta de la Organización de Estados Americanos.
La Organización de Estados Americanos (OEA)
La Organización de los Estados Americanos (OEA) reúne a los países del hemisferio occidental para fortalecer la cooperación mutua en torno a los valores de la democracia, defender los intereses comunes y debatir los grandes temas de la región y el mundo. Es el principal foro multilateral de la región para el fortalecimiento de la democracia, la promoción de los derechos humanos y la democracia. Su máxima instancia es la Cumbre de las Américas, a la que asisten los mandatarios de los 34 paises miembros, ya que Cuba fue expulsada de su seno, por considerar al comunismo contrario a los principios de la Organización.
Los países miembros establecen políticas y objetivos por medio de la Asamblea General, que convoca a los ministros de Relaciones Exteriores de las Américas a un período ordinario de sesiones que se celebra todos los años. El Consejo Permanente, conformado por embajadores nombrados por los países miembros, se reúne periódicamente en la sede la OEA en Washington para ofrecer lineamientos sobre políticas y acciones vigentes.
La Secretaría General de la OEA pone en práctica los programas y políticas establecidas por los organismos políticos. El Secretario General y el Secretario General Adjunto son elegidos por los Estados miembros y cumplen un mandato de cinco años, y coordinan el trabajo de las siguientes secretarias: Subsecretaría de Asuntos Políticos, Subsecretaría de Seguridad Multidimensional, Secretaría Ejecutiva para el Desarrollo Integral, Subsecretaría de Administración y Finanzas, Departamento de Asuntos Jurídicos Internacionales.
Actualmente esta organización (OEA) es más un foro político que un mecanismo que sirva eficazmente a la integración de los pueblos, pero es incluida dentro de los mecanismos de integración debido al papel que han desempeñado sus comisiones y secretarias en pro de una unidad regional.
Venezuela y los diversos mecanismos de integración latinoamericana
En la década de los sesenta –paralelamente al proceso europeo- se inició un proceso de integración regional con esquemas como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), donde los países miembros, entre estos, Venezuela, se comprometían a crear una zona de libre comercio en un plazo de doce años, plazo que fue modificado veinte años más, hasta 1980, año en que el ALALC es reemplazado por la Asociación Latinoamericana de la Integración (ALADI), cuyo objetivo es crear un mercado común por medio de iniciativas multilaterales flexibles.
Para 1969, mediante la suscripción del Acuerdo de Cartagena surge el proceso andino de integración conocido como la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que en principio agrupó a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Chile, este último se retiró durante la dictadura de Augusto Pinochet, pero luego pediría su reingreso en 2006. Venezuela suscribió el Acuerdo en 1973, pero se retira en 2006 argumentando que los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos firmados por Colombia y Perú desvirtuaban el objetivo por el que se creó la CAN.
En 1973, con la firma del Tratado de Chaguaramas, se crea la Comunidad del Caribe o CARICOM (en inglés), con el fin de integrar un mercado común en la región del Caribe. Estuvo integrada en un comienzo por Barbados, Guyana, Jamaica, y Trinidad y Tobago. Actualmente cuenta con quince miembros plenos, cinco miembros asociados, y siete miembros observadores.
El 18 de diciembre de 1986, por la Declaración de Rio de Janeiro, suscrita por los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela se crea el Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política, o Grupo de Rio. Este mecanismo fue creado en sustitución al Grupo Contadora[6].
Área de Libre Comercio para las Américas
El Área de Libre Comercio para las Américas vino a ser el arma utilizada por el gobierno de Estados Unidos de América para la explotación de Latinoamérica, tal como lo ha denunciado el presidente venezolano, quien en vista de los Tratados de Libre Comercio (TLC) firmados por Colombia y Perú con EEUU, decide en 2006 retirar a Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones, y pedir el ingreso al Mercosur, petición que fue aceptada ese mismo año. Pero un factor interno en Estados Unidos le juega en contra al actual presidente Bush, y es que el Congreso de los Estados Unidos no ha ratificado aún los TLC con Colombia y con Perú, así como con algunas de las naciones centroamericanas. La ratificación del tratado por parte del Congreso es un requisito sine qua non para la entrada en vigencia del acuerdo comercial. Muchas de estas ratificaciones o rechazos, serán postergados hasta enero de 2009, fecha en la que asumirá el poder el nuevo presidente norteamericano Barack Obama.
Por esta razón, el presidente George Bush, aprovechó la presencia de los mandatarios centroamericanos en New York, durante la Asamblea General de Naciones Unidas, para presentar el 24 de septiembre de 2008, una declaración bajo el título "Camino a la prosperidad en las Américas", junto a los presidentes de once países quienes reafirmaron sus "compromisos compartidos con el comercio y la liberalización de inversiones, la inclusión social, el desarrollo, el derecho y la democracia". En el encuentro participaron los presidentes de Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, y Canadá. Se trata en todos los casos de países que tienen vigentes o al menos firmados Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Aunque en este momento la iniciativa “Caminos” carece de medidas concretas, se trata de un eufemismo para el ALCA, ya que sus componentes principales evocan el inacabado proyecto de libre comercio iniciado en 1994. La iniciativa cuenta con una agenda y acuerdos económico-mercantiles y financieros bajo el pilar denominado ‘Competitividad y Prosperidad’. Igualmente contiene una agenda complementaria de carácter militar, de lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y la migración ilegal bajo el pilar de ‘Seguridad’.
“… una de las maneras más seguras de hacer que la oportunidad sea real para todos nuestros ciudadanos es abrir nuestras puertas al comercio.” Camino hacia la prosperidad. Discurso 6 junio, 2005. Pdte. George W. Bush
El ALCA establecería una sola zona de libre comercio entre las 34 economías de la región. Este instrumento tenía como objetivo la eliminación progresiva de las barreras al comercio y la inversión. Doce grupos de trabajo fueron creados para tratar temas como el acceso a los mercados, la agricultura, las compras del sector público, la inversión y los derechos de propiedad intelectual, entre otros. El ALCA además se enmarcaba dentro de una estrategia de seguridad nacional de EEUU.
Sin embargo, la iniciativa del ALCA se vio frustrada en 2005. La disparidad en las negociaciones ya que EE.UU. se rehusó a negociar el tema de los subsidios agrícolas y sus prácticas antidumping y en cambio demandó apertura en propiedad intelectual, compras públicas, inversión, además del liderazgo de Venezuela, Brasil, la movilización social en Bolivia, y los intereses divergentes entre los países debilitaron su aceptación.

El Mercado Común del Sur. MERCOSUR
En 1985 se puso en marcha un proceso de integración, que recién entró en vigencia el 15 de diciembre de 1995, conocido con el nombre de Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el cual estableció un arancel externo común, y una zona libre de aranceles para los productos de los paises miembros, con la excepción del azúcar y el sector automotriz. Sus propósitos son promover el libre intercambio y el movimiento de bienes, personas y capital. Entre sus miembros plenos se encuentran: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, y recientemente Venezuela. Con el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur, el bloque pasó a representar el 78% del Producto Interno Bruto de la región, así como el 65% de la población suramericana. Hoy en día, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú poseen la calidad de Estados asociados.
Pasado y presente del Mercosur
Sin embargo, y pese a su nombre, el Mercosur no llegó a ser un mercado común. En el mejor de los casos, estableció un esquema para una unión aduanera que debería entrar en funcionamiento a principios del nuevo siglo.
El Tratado de Asunción y el Protocolo de Ouro Preto, junto con otros tres protocolos, constituyen el esqueleto institucional y la espina dorsal jurídica del Mercosur. Tratan tanto de la integración económica (contenido) como de la estructura organizativa (forma), pero no de otros aspectos que cobraron gran relevancia en la Unión Europea, como la ciudadanía regional, la cohesión social y la toma democrática de decisiones.

Obstáculos para la Integración Regional
Hoy en día no existe una teoría única que permita el estudio comparativo del proceso de integración europeo con el latinoamericano, pero bien se puede observar estos sistemas políticos desde los siguientes dos enfoques: el federalismo y el regulacionismo.
1. Algunos países miembros (Brasil y Paraguay) prohíben expresamente en su Constitución cualquier delegación de soberanía en instituciones supranacionales. Si bien éste no es un obstáculo insuperable, porque las constituciones pueden reformarse, tampoco es desdeñable.
2. Las asimetrías existentes en cuanto a la magnitud de los países miembros (sobre todo en su población) convertirían cualquier posible “federación” en la entidad más hipertrófica que se pueda imaginar. Esto es así porque uno de los principios básicos del federalismo, la igualdad de las unidades federadas, se vuelve irreal cuando se tiene en cuenta que uno de los países miembros cuenta con más de la mitad de la población total del Mercosur.
3. Todas las federaciones necesitan poseer un “núcleo” de atributos propios de un estado, y ninguno de los miembros actuales está preparado (todavía) para conceder tales facultades a un posible gobierno regional.
4. Así pues, el umbral es demasiado alto. Los países miembros de la Unión Europea sólo lograron comenzar a discutir el federalismo después de cincuenta años de intensa cooperación y muy amplia interdependencia; y en el último y modesto intento de plasmar este asunto en una Constitución, fracasaron.
Tampoco el regulacionismo es una opción para el Mercosur, por estos motivos:
1. El regulacionismo sólo se vuelve aplicable una vez que el nivel y grado de interdependencia económica y social es muy alto, y el Mercosur está lejos de haber llegado a ese punto.
2. Dada la mayor dependencia de los países del Mercosur respecto de potencias “extrarregionales”, es probable que se vean obligados a ajustarse a las normas y estándares elaboradas e impuestas por dichas potencias “hegemónicas”, o sea, por Estados Unidos y la UE, o bien por instituciones internacionales como la Organización Mundial de Comercio o el Fondo Monetario Internacional.
3. La política reguladora depende mucho de tres factores, ninguno de los cuales está presente en el Mercosur: a) acatamiento confiable al estado de derecho; b) relativa autonomía y profesionalismo de la burocracia oficial; y c) “comunidades epistémicas” de especialistas que comparten premisas básicas y procedimientos operativos.
4. En los países democráticos, la eficacia de los organismos reguladores depende decisivamente de que estén insertos en un contexto más amplio de legitimidad política. Esto permite que grupos de expertos no electivos por las reglas democráticas tomen decisiones vinculantes para todos, ya que en última instancia deben rendir cuentas ante parlamentos independientes, comisiones investigadoras, la prensa libre y los partidos políticos rivales. Al mismo tiempo, estos grupos deberían estar exentos de sufrir la discrecionalidad del poder ejecutivo, restricciones financieras arbitrarias y patronazgo. En la mayoría de los países del Mercosur es imposible garantizar que se cumplan estas condiciones.
Además, la retórica política dominante no gira en torno del déficit regulatorio a nivel regional, sino de un supuesto déficit democrático.
Futuro de la Integración Latinoamericana. Conclusiones
La Unión Suramericana de Naciones (UNASUR) fue creada durante la Reunión Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno realizada en Brasilia, en 2008. Se firmó el Tratado Constitutivo de la Unión Suramericana de Naciones, conformada por los doce países independientes de Suramérica, a saber: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, y Venezuela. La diferencia de este proceso de integración regional con los mecanismos anteriores radica en que por primera vez se agrupan en una comunidad política y económica, los países miembros de la CAN y los países miembros del MERCOSUR, además de dos países de CARICOM. – Entre las áreas de acción se encuentran: el diálogo político, la integración física; el medio ambiente; la integración energética; los mecanismos financieros sudamericanos; las asimetrías; la promoción de la cohesión social, de la inclusión social y de la justicia social; y, las telecomunicaciones.
Esta naciente comunidad de naciones avanza actualmente en la discusión para la creación de un Consejo de Defensa Suramericano, propuesta venezolana en el año 1999, y hoy retomada por Brasil.

La Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) tiene ya su partida de nacimiento. Su tratado constitutivo se firmó el 23 mayo en Brasilia. Debe ser ratificado por 9 países para entrar en vigencia. Refleja además un consenso en torno al Consejo de Defensa Sudamericano, iniciativa brasileña cuyo perfil y funciones no son aún muy precisas y que no fue aprobada en la reciente Cumbre de Brasilia.
Sólo el tiempo permitirá tener una noción más clara de cuál será la contribución de UNASUR a la gobernabilidad del espacio sudamericano. Si logra efectivamente transformarse en un ámbito para consolidar la democracia, la paz y la estabilidad política en la región, sustentada en países con grados elevados de cohesión social, sus aportes serían entonces valiosos.
Otro interrogante se refiere a su coexistencia con los procesos de integración existentes y, en particular, con el Mercosur del cual Venezuela también es miembro. Según el Tratado de Brasilia, UNASUR debería contribuir al fortalecimiento de la integración regional a través de un proceso innovador que permita ir más allá de la sola convergencia de los esquemas ya existentes.
Acerca del impacto que UNASUR tendrá sobre el Mercosur. Al menos dos escenarios alternativos pueden plantearse al respecto. Uno implicaría que se termine diluyendo, el objetivo de un Mercosur que por momentos parecía aspirar a tener un alcance político sudamericano, pero también el objetivo más concreto de que sea percibido como un instrumento eficaz de transformación productiva conjunta de sus países miembros. La peor variante de tal escenario sería una en el que UNASUR no penetre en la realidad y en el que, a su vez, el Mercosur continúe perdiendo su función de motivar decisiones de inversión productiva orientadas al espacio económico común.
El otro escenario sería uno en el que ambos espacios se complementen y que, además, se potencien mutuamente. Esto es, en el que un Mercosur dotado de instrumentos flexibles pero previsibles, que reflejen metodologías de geometría variable y de múltiples velocidades, pueda constituirse en un núcleo duro de una construcción más amplia de alcance sudamericano en el marco de UNASUR. Técnicamente podría ser posible.
Ante la amenaza latente que representa para la región los TLC, el gobierno de Venezuela dio a conocer su propuesta para avanzar en la Integración: la Alternativa Bolivariana para las Américas.

ALBA, Alternativa Bolivariana para las Américas
Ha sido el esfuerzo más contundente realizado y promovido por el Gobierno venezolano para la integración de los pueblos del Sur, que en este caso se refiere en principio a todos los países al sur de los Estados Unidos de América. Entre los principales elementos que componen la propuesta venezolana se encuentra el incentivo a la negociación directa entre Estados, el fortalecimiento de sus soberanías, la conformación de un bloque de poder autónomo en América Latina y el Caribe, y la elaboración de una carta fundacional de la Unión del Sur, tratado constitutivo que se firmó entre los presidentes de las doce naciones suramericanas: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Venezuela y Uruguay, pero que aun espera la ratificación por parte de los poderes legislativos de al menos nueve paises para poder entrar en vigor, tal como lo establece el artículo 26 de dicho Tratado.
El nuevo paradigma integracionista contraviene los esquemas neoliberales presentes en el ALCA y los TLC, incorporando los principios de solidaridad, cooperación, complementariedad, justicia social y desarrollo compartido. Se trata de una ruptura con la tesis que otorga preeminencia al factor económico sobre los factores culturales, sociales y políticos.
Notas al pie:
[1] La República de Colombia o “Gran Colombia” (nombre que se usa para diferenciarlo de la actual Colombia, que en ese entonces se denominaba Nueva Granada) fue la unión de algunas naciones suramericanas y del Caribe en 1821, que comprendía los actuales territorios de Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, parte de Brasil, Costa Rica, y parte de la hoy en día zona en reclamación entre Venezuela y Guyana.
[2] La Carta de Jamaica es un texto escrito por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 en Kingston, en respuesta a una misiva de Henry Cullen donde expone las razones que provocaron la caída de la Segunda República en el contexto de la Independencia de Venezuela.
[3] Ciudad colombiana fronteriza con Venezuela.
[4] Prócer de la independencia en Colombia. Conocido también como”El Hombre de las leyes”, y “El organizador de la victoria”. Muere en 1840.
[5] El Derecho de Patronato consistió en el conjunto de privilegios y facultades especiales que los Papas concedieron a los Reyes de España a cambio de que estos apoyaran la evangelización y el establecimiento de la Iglesia Católica en América.
[6] Instancia multilateral creada por Colombia, México, Panamá y Venezuela en 1983 para promover la paz en Centroamérica, especialmente en los conflictos armados en El Salvador, Nicaragua y Guatemala.

Política exterior de Venezuela y su influencia en Latinoamérica y el Caribe en los últimos diez años (1998-2008)

La política exterior de Venezuela en el período de 1958 a 1998


La promoción y el fortalecimiento de la Democracia Latinoamericana fue la línea fundamental de la política exterior venezolana en sus cuarenta años de “Democracia Representativa” (1958-1998), lineamiento consagrado en el preámbulo de la Constitución de la República de Venezuela del año 1961.
El accionar político de Venezuela en el hemisferio estuvo destinado a defender y consolidar un sistema de libertades que hiciera posible el ideal de una América Latina democrática, liderando iniciativas de gran importancia como la Doctrina Betancourt[1], instrumento mediante el cual el Estado Venezolano debería romper relaciones con gobiernos de facto de la región latinoamericana que llegaran al poder a través de golpes de Estado, derrocando a gobiernos democráticamente establecidos.
Así mismo, se respaldaría plenamente las políticas estadounidenses de la época, como lo fue la Alianza para el Progreso, programa de ayudas económicas para América Latina destinado a contrarrestar la influencia del comunismo en la región, y apoyar medidas más reformistas.

Aunque esta política prevaleció durante los cuarenta años del Pacto de Punto Fijo[2], hasta finales de los años setenta el accionar exterior venezolano estuvo marcado por una bonanza económica que facilitaría el trabajo en la región. Pero esto no resistiría mucho más, ya que durante los años 1989 a 1998 la crisis de la deuda externa venezolana y la crisis del sistema puntofijista reflejarían una contradicción entre los compromisos hemisféricos en defensa de la democracia y la terrible realidad social, política y económica que se vivía en Venezuela. Todo esto se desarrollaba en la etapa inicial de la postguerra fría, etapa en la que el poder hegemónico ejercido por Estados Unidos de América posaba sus ojos en la región, propagando la Democracia Liberal como sistema de gobierno y vida política universal, colocándole punto final a la evolución ideológica como lo señalaría Francis Fukuyama[3], en su obra “El fin de la Historia y el último hombre”.


Revolución Científica, la aparición de un nuevo paradigma en Venezuela


En el año 1962, Thomas Kuhn[4] escribió: “El paradigma, como patrimonio de un grupo y de un tiempo, se somete a las erosiones de las pruebas, de las verificaciones empíricas, que descubren carencias y debilidades e inician el período de asalto por parte de quienes buscan el liderazgo en el sistema. En la quiebra, en el relevo, como hecho irracional e ilógico, se produce la revolución científica que ilumina un nuevo paradigma…”. Cuarenta años después, en el año 1992, en Venezuela se produce un Golpe de Estado fallido en contra del sistema puntofijista que para ese entonces estaba representado por el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Hugo Chávez Frías, líder de la insurrección militar aparece de esta forma en la escena política y social venezolana, presentándose en 1998 como candidato a la Presidencia del país, en contra de los partidos políticos tradicionales representados en AD y COPEI[5]. El 6 de diciembre de 1998, Hugo Chávez Frías gana las elecciones presidenciales con más del 50% de los votos. La revolución científica y el consecuente cambio de paradigma en Venezuela era ya un hecho.

Nuevo paradigma, nueva Constitución Nacional

Una de las promesas electorales era la convocatoria a una Asamblea Constituyente que redactara una nueva Constitución Nacional, la cual fue aprobada por el voto popular en 1999[6]. Con este hecho, no sólo cambiaría la política interna de Venezuela, sino que en materia de Relaciones Internacionales la nueva Carta Magna le daba un giro de 180 grados al accionar venezolano en el exterior, haciendo mayor énfasis en la promoción y desarrollo de la Integración Latinoamericana y Caribeña.
Haciendo un poco de historia, la primera República en Venezuela se inició cuando el país se independizó del dominio español en 1811. Para 1813 gracias a la Campaña Admirable dirigida por Simón Bolívar se logra fundar la Segunda República, la cual, poco tiempo después cae de nuevo por la inestabilidad política y las campañas dirigidas por el español José Tomás Boves. Los patriotas nuevamente lograrían el control del país y la fundación de la tercera República con la campaña de Guayana de 1817, expulsando definitivamente a los españoles en 1821 e integrándose en la Gran Colombia[7]. Sin embargo, José Antonio Páez, uno de los próceres de la independencia venezolana, estaba en contra de la Gran Colombia, y logró separar a Venezuela e instituirla como nación independiente naciendo la cuarta República llamada "República de Venezuela". En 1864, sin que Venezuela dejara de ser independiente, se le cambió el nombre a "Estados Unidos de Venezuela", y en 1953 se le modificó nuevamente por el de "República de Venezuela". Finalmente en 1999 pasa a denominarse “República Bolivariana de Venezuela”, mediante la aprobación de una nueva Constitución Nacional, naciendo de esta manera la Quinta República, y dando inicio a una refundación del Estado, refundación que generó cambios en el accionar político exterior de la Nación.

Conformación de los órganos e instituciones responsables de dirigir las Relaciones Internacionales de la República Bolivariana de Venezuela


La Constitución de 1999, en su Título IV “Del Poder Público” contiene la sección quinta titulada De las Relaciones Internacionales. Dichas relaciones responden a los fines del Estado en el ejercicio de la soberanía y defensa de los principios de independencia, igualdad entre los Estados, libre determinación y no intervención, solución pacífica de los conflictos internacionales, cooperación, respeto de los derechos humanos y solidaridad entre los pueblos. El aspecto fundamental de esta sección recae en el artículo 153 de la Constitución, el cual establece la promoción y favorecimiento de la integración latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, en la que los intereses sociales, culturales, políticos y ambientales tengan el mismo peso que los intereses económicos. En el área jurídica, las normas que se adopten en el marco de los acuerdos de integración serán consideradas parte integrante del ordenamiento legal y vigente y de aplicación directa y preferente a la legislación interna, previa aprobación de la Asamblea Nacional y posterior ratificación del Presidente de la República.
Una vez señalado el rango supraconstitucional que tienen los tratados en materia de integración regional, además de los principios constitucionales que rigen la Política exterior venezolana, la Constitución también señala cuales poderes del Estado tienen competencia en materia de Relaciones Internacionales. Estos organismos, poderes públicos e instituciones se detallan a continuación:

1. El Pueblo venezolano

Artículo 5 Constitución Nacional.
“La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la Ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público…”
Artículo 73 Constitución Nacional.
“… Los tratados, convenios o acuerdos internacionales que pudieren comprometer la soberanía nacional o transferir competencias a órganos supranacionales, podrán ser sometidos a referendo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros…o por el quince por ciento de los electores o electoras inscritos e inscritas en el Registro Civil y Electoral”
Según lo establecido en ambos artículos, ciertos aspectos de la política exterior como los tratados, convenios o acuerdos internacionales de especial trascendencia, podrán ser sometidas por el pueblo a un referéndum aprobatorio, otorgándole total carácter vinculante a la decisión que emane de la consulta popular. La Asamblea Nacional de Venezuela, dependiendo del resultado podrá sancionar el proyecto de ley contentivo del tratado o acuerdo del que se trate el referéndum, o en caso contrario, deberá rechazarlo.

2. El Poder Ejecutivo Nacional

Entre las atribuciones del Presidente o Presidenta de la República, de acuerdo a lo señalado por la Constitución Nacional en su artículo 236 se encuentra expresamente:
Numeral 4: “Dirigir las relaciones exteriores de la República y celebrar y ratificar los tratados, convenios o acuerdos internacionales”.
Numeral 20: “Fijar el número, organización y competencia de los ministerios y otros organismos de la Administración Pública Nacional…” Esta atribución será ejercida en Consejo de Ministros.
El Presidente o Presidenta de la República, como Jefe de Estado y de Gobierno tiene especial importancia y lógica preeminencia en la dirección de las relaciones exteriores, ello debido a la conectividad que existe entre el desarrollo endógeno de un país y su relación con países vecinos, como con los demás países del mundo. Una dirección compartida en materia de relaciones exteriores podría crear contradicciones en el accionar venezolano, obstaculizando la integración regional, y como consecuencia directa perjudicar el desarrollo de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Con esto, se resalta la importancia de Venezuela y su actual proceso revolucionario en la construcción de una unidad de naciones latinoamericanas y caribeñas.
Con respecto a los ministerios, el Presidente es quien determina cuales ministerios serán competentes en materia de relaciones exteriores. Actualmente, los Ministerios con más competencia en este ámbito son los siguientes: de Relaciones Exteriores, de Industrias Ligeras y Comercio, de Energía y Petróleo, de Defensa, y, de Comunicación e Información, éste último llevaría a buen término la propuesta del presidente Chávez de crear una televisora del sur, denominada TELESUR.

3. La Asamblea Nacional de Venezuela

La Asamblea Nacional, máximo Poder Legislativo en Venezuela, está conformada por diputados y diputadas electos por votación popular. Entre las competencias que la Constitución Nacional en su artículo 187, se destacan:
Numeral 11: “Autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior, o extranjeras en el país”.
Numeral 14: “Autorizar el nombramiento…de los Jefes o Jefas de Misiones Diplomáticas Permanentes”.
Numeral 18: “Aprobar por ley los tratados o convenios internacionales que celebre el Ejecutivo Nacional…”
Los diputados (as) conforman un conjunto de Comisiones Permanentes, entre las que destaca la Comisión Permanente de Política Exterior, la cual está encargada de la iniciativa de leyes en su materia, estudiar proyectos de ley y presentar informes una vez hayan sido aprobado en primera discusión. Vale la pena mencionar, que acorde al proceso de cambios suscitado en Venezuela, esta Comisión fue la encargada en ejercicio de sus atribuciones constitucionales y legales, de la reforma parcial a la Ley de Servicio Exterior, aprobada por el pleno de la Asamblea Nacional, vigente desde el 2 de agosto de 2005, adecuando así las disposiciones de esta Ley a los imperativos y exigencias proyectados para la Venezuela del futuro y su actuación actual en los espacios internacionales.

4. Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores

Si bien este Ministerio forma parte del Poder Ejecutivo de Venezuela, merece especial atención en cuanto a los órganos encargados de ejecutar las disposiciones del Presidente o Presidenta de la República. De acuerdo a los establecido por la Constitución y las Leyes de Venezuela, el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene como misión planificar, formular y ejecutar, bajo la conducción directa del Presidente o Presidenta, la política internacional del Estado y la Nación venezolana en lo que concierne a las relaciones internacionales, a objeto de propiciar una posición estratégica, consecuente con la defensa del Interés Nacional.
Así mismo, Venezuela cuenta con Embajadas, Oficinas Consulares, Secciones Consulares de Embajadas, Consulados, y Vice-Consulados Honorarios en la mayoría de países en todo el mundo, así como un Instituto de Altos Estudios Diplomáticos para el desarrollo y actualización del personal diplomático. Todo esto coordinado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Venezuela y su participación en los diversos mecanismos de integración regional
El proceso de integración en Latinoamérica y el Caribe se remonta 200 años atrás durante los tiempos de la lucha por la independencia suramericana del colonialismo europeo. En ese entonces, Simón Bolívar y los próceres de América lucharon por construir un hemisferio unido. Lo lograron, y el sueño aunque duró solo diez años se vio cristalizado con la creación en 1821 de la República de Colombia, o mejor conocida como la “Gran Colombia”.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, el 30 de abril de 1948, 21 países del continente americano se reúnen en Bogotá, Colombia, para participar en la IX Conferencia Internacional Americana, donde se firma la Carta de la Organización de Estados Americanos. Actualmente esta organización (OEA) es más un foro político que un mecanismo que sirva eficazmente a la integración de los pueblos.
En la década de los sesenta –paralelamente al proceso europeo- se inició un proceso de integración regional con esquemas como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), donde los países miembros, entre estos, Venezuela, se comprometían a crear una zona de libre comercio en un plazo de doce años, plazo que fue modificado veinte años más, hasta 1980, año en que el ALALC es reemplazado por la Asociación Latinoamericana de la Integración (ALADI), cuyo objetivo es crear un mercado común por medio de iniciativas multilaterales flexibles.
Para 1969, mediante la suscripción del Acuerdo de Cartagena surge el proceso andino de integración conocido como la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que en principio agrupó a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Chile, este último se retiró durante la dictadura de Augusto Pinochet, pero luego pediría su reingreso en 2006. Venezuela suscribió el Acuerdo en 1973, pero se retira en 2006 argumentando que los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos firmados por Colombia y Perú desvirtuaban el objetivo por el que se creó la CAN.
En 1973, con la firma del Tratado de Chaguaramas, se crea la Comunidad del Caribe o CARICOM (en inglés), con el fin de integrar un mercado común en la región del Caribe. Estuvo integrada en un comienzo por Barbados, Guyana, Jamaica, y Trinidad y Tobago. Actualmente cuenta con quince miembros plenos, cinco miembros asociados, y siete miembros observadores.
En 1985 se puso en marcha un proceso de integración, que recién entró en vigencia el 15 de diciembre de 1995, conocido con el nombre de Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el cual estableció un arancel externo común, y una zona libre de aranceles para los productos de los paises miembros, con la excepción del azúcar y el sector automotriz. Sus propósitos son promover el libre intercambio y el movimiento de bienes, personas y capital. Entre sus miembros plenos se encuentran: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, y recientemente Venezuela. Con el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur, el bloque pasó a representar el 78% del Producto Interno Bruto de la región, así como el 65% de la población suramericana. Hoy en día, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú poseen la calidad de Estados asociados.
El 18 de diciembre de 1986, por la Declaración de Rio de Janeiro, suscrita por los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela se crea el Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política, o Grupo de Rio. Este mecanismo fue creado en sustitución al Grupo Contadora[8].
En el año de 1999 el escenario que le toca enfrentar al nuevo gobierno venezolano en cuanto a mecanismos de integración presenta un ambiente diverso. Se trata de ALADI, CARICOM, CAN, GRUPO DE RIO, y la OEA. Este último aunque no es un mecanismo de integración en sí mismo, bien podría haber sido considerado como un medio para la unidad regional, de no haber sido por las falencias que presenta el hasta ahora máximo órgano político regional.
Con esta realidad tan “amplia y diversa”, Venezuela comienza su lucha por una Latinoamérica unida, pero el 11 de abril de 2002 se produce un intento de derrocamiento al Presidente Hugo Chávez, hecho que marcaría un antes y un después en las relaciones Venezuela-Estados Unidos, ya que el país suramericano denunciaría a partir de ese momento la intervención, planeamiento y financiamiento por parte del país norteamericano, del Golpe de Estado en contra del presidente Chávez. El carácter antiimperialista de la nueva diplomacia bolivariana se acrecentaría cada vez más, utilizando cada espacio de debate internacional para señalar la injerencia estadounidense en los asuntos internos de los países del Sur, unas veces por medio del derrocamiento de presidentes legítimamente electos como en el caso de Allende en Chile o Jean-Bertrand Aristide en Haití, algunas veces por medio de la vía militar como sucedió en Bahía de Cochinos en Cuba, o en Nicaragua en 1984–caso llevado a la Corte Internacional de Justicia, la cual falló a favor de Nicaragua-, y otras veces por medio del cambio de la bota y el dolor, por el voto y el dólar.
En este último caso, el Área de Libre Comercio para las Américas vino a ser el arma utilizada por el gobierno de EEUU para la explotación de Latinoamérica, tal como lo ha denunciado el presidente venezolano, quien en vista de los Tratados de Libre Comercio firmados por Colombia y Perú con Estados Unidos, decide en 2006 retirar a Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones, y pedir el ingreso al Mercosur, petición que fue aceptada ese mismo año. Pero un factor interno en EEUU, le juega en contra al actual presidente Bush, y es que el Congreso de los Estados Unidos no ha ratificado aún los TLC con Colombia y con Perú, así como con algunas de las naciones centroamericanas. La ratificación del tratado por parte del Congreso es un requisito sine qua non para la entrada en vigencia del acuerdo comercial. Muchas de estas ratificaciones o rechazos, serán postergados hasta enero de 2009, fecha en la que asumirá el poder el nuevo presidente norteamericano Barack Obama.
Por esta razón, el presidente George Bush, aprovechó la presencia de los mandatarios centroamericanos en New York, durante la Asamblea General de Naciones Unidas, para presentar el 24 de septiembre de 2008, una declaración bajo el título "Camino a la prosperidad en las Américas", junto a los presidentes de once países quienes reafirmaron sus "compromisos compartidos con el comercio y la liberalización de inversiones, la inclusión social, el desarrollo, el derecho y la democracia". En el encuentro participaron los presidentes de Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, y Canadá. Se trata en todos los casos de países que tienen vigentes o al menos firmados Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Aunque en este momento la iniciativa “Caminos” carece de medidas concretas, se trata de un eufemismo para el ALCA, ya que sus componentes principales evocan el inacabado proyecto de libre comercio iniciado en 1994. La iniciativa cuenta con una agenda y acuerdos económico-mercantiles y financieros bajo el pilar denominado ‘Competitividad y Prosperidad’. Igualmente contiene una agenda complementaria de carácter militar, de lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y la migración ilegal bajo el pilar de ‘Seguridad’.
“… una de las maneras más seguras de hacer que la oportunidad sea real para todos nuestros ciudadanos es abrir nuestras puertas al comercio.” Camino hacia la prosperidad. Discurso 6 junio, 2005. Pdte. George W. Bush

El ALCA establecería una sola zona de libre comercio entre las 34 economías de la región. Este instrumento tenía como objetivo la eliminación progresiva de las barreras al comercio y la inversión. Doce grupos de trabajo fueron creados para tratar temas como el acceso a los mercados, la agricultura, las compras del sector público, la inversión y los derechos de propiedad intelectual, entre otros. El ALCA además se enmarcaba dentro de una estrategia de seguridad nacional de EEUU.
Sin embargo, la iniciativa del ALCA se vio frustrada en 2005. La disparidad en las negociaciones (EE.UU. se rehusó a negociar el tema de los subsidios agrícolas y sus prácticas antidumping y en cambio demandó apertura en propiedad intelectual, compras públicas, inversión, entre otros), el liderazgo que jugó Venezuela, Brasil, la movilización social en Bolivia, y los intereses divergentes entre los países debilitaron su aceptación.
La Unión Suramericana de Naciones (UNASUR), fue creada durante la Reunión Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno realizada en Brasilia, en 2008. Se firmó el Tratado Constitutivo de la Unión Suramericana de Naciones, conformada por los doce países independientes de Suramérica, a saber: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, y Venezuela. La diferencia de este proceso de integración regional con los mecanismos anteriores radica en que por primera vez se agrupan en una comunidad política y económica, los países miembros de la CAN y los países miembros del MERCOSUR, además de dos países de CARICOM. – Entre las áreas de acción se encuentran: el diálogo político, la integración física; el medio ambiente; la integración energética; los mecanismos financieros sudamericanos; las asimetrías; la promoción de la cohesión social, de la inclusión social y de la justicia social; y, las telecomunicaciones.
Esta naciente comunidad de naciones avanza actualmente en la discusión para la creación de un Consejo de Defensa Suramericano, propuesta venezolana en el año 1999, y hoy retomada por Brasil.
Ante la amenaza latente que representa para la región los TLC, el gobierno de Venezuela dio a conocer su propuesta para avanzar en la Integración: la Alternativa Bolivariana para las Américas.

ALBA, Alternativa Bolivariana para las Américas


Ha sido el esfuerzo más contundente realizado y promovido por el Gobierno venezolano para la integración de los pueblos del Sur, que en este caso se refiere en principio a todos los países al sur de los Estados Unidos de América. Entre los principales elementos que componen la propuesta venezolana se encuentra el incentivo a la negociación directa entre Estados, el fortalecimiento de sus soberanías, la conformación de un bloque de poder autónomo en América Latina y el Caribe, y la elaboración de una carta fundacional de la Unión del Sur, tratado constitutivo que se firmó entre los presidentes de las doce naciones suramericanas: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Venezuela y Uruguay, pero que aun espera la ratificación por parte de los poderes legislativos de al menos nueve paises para poder entrar en vigor, tal como lo establece el artículo 26 de dicho Tratado.
El nuevo paradigma integracionista contraviene los esquemas neoliberales presentes en el ALCA y los TLC, incorporando los principios de solidaridad, cooperación, complementariedad, justicia social y desarrollo compartido. Se trata de una ruptura con la tesis que otorga preeminencia al factor económico sobre los factores culturales, sociales y políticos.


Aportes y logros alcanzados en Latinoamérica y el Caribe desde el gobierno iniciado en Venezuela en el año de 1998 hasta el 2008. Conclusiones

A nivel energético, Venezuela como país petrolero, propuso la creación de Petroamérica. Petróleos de América o Petroamérica es el proyecto de creación de una empresa multinacional que estaría conformada por el conjunto de empresas energéticas estatales de la región latinoamericana y el Caribe: Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Petróleos de Venezuela (PDVSA), Empresa Nacional de Energía de Argentina (ENARSA), Petróleos de Brasil (Petrobras), Petróleos de Ecuador (Petroecuador), Cupet de Cuba y Petrotrin de Trinidad y Tobago, a las que se adscribirían nuevas refinerías y gasolineras donde se comercializarían los productos refinados en naciones no productoras de hidrocarburos. Este emprendimiento que controlaría el 11,5 % de las reservas mundiales de crudo y podría influir decisivamente en el mercado mundial de la energía dominado hoy día por pocos oligopolios, estadounidenses en su mayoría, y estaría destinado a atender proyectos de inversión que promuevan la integración energética del área, al par que garantizaría el incremento del valor agregado del petróleo crudo y del gas con la producción de subproductos petroquímicos necesarios para impulsar un genuino desarrollo sostenible y no dependiente para toda América Latina y el Caribe. La reactivación de la OPEP estableciendo alianzas estratégicas con sus miembros, para después avanzar en acuerdos de cooperación bilateral en América Latina y el Caribe. La propuesta de reactivar las relaciones Sur-Sur, va más allá de la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA, es la única opción real de los pueblos latinoamericanos y del Caribe para sobrevivir. La participación popular ha impulsado un cambio de paradigma en la región. Latinoamérica y el Caribe han dejado de ver tanto hacia el Norte, y han comenzado a verse mucho más a sí mismos, a sus pueblos, a sus economías, a sus realidades, a su cultura. Más allá de un problema y un debate ideológico entre derecha e izquierda, en la región se escucha nuevamente un debate social que apunta hacia la unidad de los pueblos y gobiernos latinoamericanos.


Nueva arquitectura de Seguridad Regional. La creación de un Consejo de Defensa Suramericano (CDS) fue una propuesta venezolana en 1999, que desdibujada por la opinión pública internacional quedo en el olvido. El CDS debería poder ser una alianza estratégica regional destinada a fortalecer la soberanía de sus miembros, proteger sus recursos y su democracia y coordinar acciones efectivas para combatir el delito, así como prevenir situaciones como la incursión de tropas colombianas en el Ecuador.


Fondo Monetario Latinoamericano vs FMI. El presidente Chávez planteó la idea de establecer un Fondo monetario o financiero Latinoamericano que permita a los países de la región prescindir del Fondo Monetario Internacional. Dicho Fondo podría formarse con los numerosos pequeños fondos financieros que funcionan en la región y así dar al traste con mecanismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) "cuyas políticas de shock han provocado desastres sociales".


Carta Social Latinoamericana vs Carta Democrática Interamericana. La Carta Social de las Américas es una iniciativa venezolana que va más allá de las fronteras nacionales para convertirse en un instrumento hemisférico que unificará los derechos sociales fundamentales de todos los pueblos democráticos en América Latina y el Caribe. Está compuesta por seis títulos que abarcan desde los derechos sociales fundamentales, derechos comunitarios, derechos económicos, derechos culturales, derechos de los afrodescendientes, derechos de los pueblos Indígenas, hasta llegar a los derechos comunitarios, la Carta Social se perfila como el complemento de la Carta Democrática Interamericana, instrumento político que excluye los derechos sociales, económicos y culturales.

Socialismo del siglo XXI vs Capitalismo.

ALBA vs ALCA.
Venezuela en MERCOSUR.
TELESUR (Televisión del Sur)
, es una cadena de televisión con financiación pública que transmite para Latinoamérica en castellano las 24 horas del día, vía satélite, y en varias ciudades de Venezuela, por señal abierta. También es recibido en Europa a través de internet y del satélite ASTRA. Inició sus actividades el 24 de julio de 2005. Su lema es Nuestro Norte es el Sur. Fue impulsada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez junto con el apoyo de los gobiernos de Argentina, Brasil, Cuba y Uruguay, con los cuales se efectúan los pasos para su desarrollo —posteriormente se sumarían como socios Bolivia en el 2006, y Nicaragua y Ecuador en el 2007, y Paraguay a partir del 2008, pero de una forma gradual. Según sus creadores, su objetivo es ser un canal de noticias con una propuesta a la integración latinoamericana por la vía comunicacional con un pensamiento bolivariano y humanista, así como una alternativa a los medios de noticias estadounidenses, como CNN, Univisión, y la británica BBC.


Banco del Sur, es un fondo monetario, banco de desarrollo y organización prestamista propuesta por el presidente de Venezuela Hugo Chávez, y formado por los gobiernos de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay. Contará con un capital inicial de 20.000 millones de dólares. La meta del Banco del Sur es incluir a cada nación de América Latina. El programa prestará el dinero a cualquier nación que emprenda la construcción de programas aprobados y abrirá nuevas alternativas de financiamiento donde estarán presentes conceptos como la igualdad, equidad y la justicia social.

Sistema Unitario de Compensación Regional, SUCRE. Los líderes del ALBA acordaron en Caracas, en noviembre de 2008 avanzar en el proyecto de una moneda única: el sucre - sistema unitario de compensación regional - que al decir de los socios del acuerdo les permitirá prescindir del dólar en sus transacciones comerciales

“Pensamiento del Sur”, que transmite día a día la idea de que otro mundo, no sólo es posible sino necesario.

Notas al pie:
[1] La Doctrina Betancourt fue plasmada en el discurso de toma de posesión de Rómulo Betancourt en febrero de 1959, fundamento que definió la política exterior de Venezuela una vez que culmina el régimen del General Marcos Pérez Jiménez en 1958.
[2] Pacto político entre los partidos Acción Democrática (AD), COPEI y URD en 1958, con el objetivo de defender la constitucionalidad, ejercer un gobierno de Unidad Nacional y un programa único común, pero que en la práctica devino en un bipartidismo entre AD y COPEI que duraría hasta 1998.
[3] Fukuyama, F. “El fin de la Historia y el último hombre”, 1992. El autor defiende que la Historia humana como lucha entre ideologías ha concluido, dando inicio a un mundo basado en la política y economía neoliberal que se ha impuesto a las utopías tras el fin de la Guerra Fría.
[4] Kuhn, Thomas S. “La estructura de las revoluciones científicas”, 1962.
[5] AD, Acción Democrática. Partido político venezolano, en su inicio socialdemócrata, pero en la década de los 90 su accionar se deslizó hacia una postura neoliberal en materia económica y social.
COPEI, Comité de Organización de Política Electoral Independiente. Partido político creado en 1946, de tendencia demócrata cristiana.
[6] El 15 de diciembre de 1999, por primera vez en Venezuela se aprueba una Constitución Nacional mediante una consulta popular. Su aprobación obtuvo el 71.78 % de los votos válidos. Fuente: Consejo Nacional Electoral, Venezuela.
[7] La República de Colombia o “Gran Colombia” (nombre que se usa para diferenciarlo de la actual Colombia, que en ese entonces se denominaba Nueva Granada) fue la unión de algunas naciones suramericanas y del Caribe en 1821, que comprendía los actuales territorios de Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, parte de Brasil, Costa Rica, y parte de la hoy en día zona en reclamación entre Venezuela y Guyana.
[8] Instancia multilateral creada por Colombia, México, Panamá y Venezuela en 1983 para promover la paz en Centroamérica, especialmente en los conflictos armados en El Salvador, Nicaragua y Guatemala.

Crisis mundial: oportunidad para Latinoamérica

Luego de la Carta de las Naciones Unidas en 1945, las naciones del mundo optaron por descartar la guerra. No obstante, el mundo se convirtió en un campo de batalla ideológico, político y militar conocido como la Guerra Fría, protagonizada por las dos superpotencias victoriosas de la II Guerra Mundial: Estados Unidos y la Unión Soviética. La Mutua Destrucción Asegurada (MAD) sirvió al final de cuentas como elemento disuasivo de este sistema bipolar, lo que aunado a conflictos internos en la ahora ex URSS trajo como consecuencia la caída de este sistema, simbolizado con la Caída del Muro de Berlín en 1989.
Este sistema fue sustituido por un nuevo orden internacional, con nuevas agrupaciones económicas que marcaron la pauta del desarrollo de algunos países, y el estancamiento y subdesarrollo de otros paises, denominados por El Pentágono como los "menos incluidos", y los "no incluidos". Las nuevas agrupaciones económicas reemplazaron la bota y el dolor, por el voto y el dólar, como elemento de dominación mundial, apartando el conflicto militar en dicho esquema de Globalización. La anhelada Paz Perpetua de Kant, se mostró posible durante un período de tiempo, pero la globalización y el capitalismo estaban generando grandes asimetrías entre naciones, y más allá de eso, sirviendo de caldo de cultivo para lo que Samuel Huntington denominó Choque de Civilizaciones. Esta tesis tendría uno de sus más firmes asideros en los sucesos del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Con la caída de las Torres Gemelas en New York, y el ataque al Pentágono -máxima referencia del poder militar mundial-, los EEUU darían inicio a una costosa guerra, que socavó los tres pilares fundamentales de la globalización: ser Políticamente democrática, Económicamente acorde con el consenso de Washington y Jurídicamente sustentada en los Acuerdos y Tratados internacionales sobre los Derechos Humanos.
La moral de Estados Unidos se derrumbaba tanto en el plano internacional como en el seno de la comunidad estadounidense, cuando en septiembre de 2008 y ya anunciada meses antes, se desata la crisis económica y financiera, crisis que podría tener un costo total cercano a los 3 billones de dólares, algo aproximado al 20% de su PIB. La magnitud de esta crisis es tal, que viene a modificar el status quo del sistema, ya que altera los lineamientos generales diseñados para afrontar el problema. Ya la solución no pasa por una mano invisible que soluciona las falencias del mercado, sino que esta crisis exige la intervención de los Estados, a través de sus planes de salvataje o bailouts. El gobierno republicano de George W. Bush pagaría los costos de una mala estrategia a nivel financiero y militar en el mundo, así como la desatención a los problemas de sus ciudadanos, con la derrota en las elecciones presidenciales de 2008, en las que sin lugar a dudas, un nuevo paradigma hace presencia en el escenario de la política internacional: la elección de un afroamericano como presidente de los EEUU.
¿Cómo termina esta crisis? La palabra crisis en japonés (危機=kiki) está compuesta por dos caracteres; uno significa peligro, el otro oportunidad. Aunque la actual crisis afectó la posición de EEUU, éste seguirá presente en lo alto del sistema internacional, compartiendo parte de ese poder con el G7+ Rusia, éste último, factor importantísimo en el equilibrio de poder en el escenario futuro. Se deberá favorecer la incorporación de nuevos poderes como el G-20, para que colabore en la conectividad con los no o menos incluidos. La estabilidad del sistema recaerá en las alianzas que surjan a nivel político, económico, comercial e incluso militar. Para Latinoamérica esta crisis más que un peligro representa una nueva oportunidad para que sus actores logren una nueva arquitectura financiera regional, desligada de las instituciones de Bretton Woods, desdolarizada, que apunte a un Banco de Desarrollo Regional, un Fondo de Reserva Regional para respaldar potenciales crisis regionales, y una moneda única regional. ¿Utopía o realidad? La voluntad política de la región lo determinará, o de otra manera el Sur seguirá mirando hacia el Norte, en vez de mirarse más a sí mismo y cambiar sus paradigmas.

24 de octubre de 2008

Venezuela y la crisis económica mundial.

La globalización, como resultado del colapso del sistema bipolar devino no sólo en un sistema general de valores democráticos sino que además trajo consigo una economía de libre mercado, cuyos límites y falacias quedaron hoy en día al descubierto en lo que se considera la peor crisis económica de los últimos 50 años.
¿Qué representa esta crisis económica para la globalización? Representa la implosión del sistema unipolar, tirando abajo la praxis de un único “Estado mundial”, lo que según Kant ha supuesto un obstáculo para alcanzar la tan anhelada Paz Perpetua. Representa igualmente el surgimiento de un sistema internacional formado por varios Estados nacionales fuertes (o fortalecidos por diversos vínculos o alianzas políticas, comerciales, económicas y culturales) combinados con mercados tanto nacionales como globales, dando paso a una economía global basada en esquemas de integración, como la Unión Europea.
Esta inestabilidad de la globalización no es temporal, ya que los perjudicados en esta crisis van más allá de las paredes de Wall Street. No es sólo una crisis económica, es principalmente una crisis humana, ya que la brecha entre ricos y pobres se extiende, sin que escapen de esta realidad países como Estados Unidos, donde el 1% más rico de esa población percibe más del 21% de todos los ingresos del país.
A esta crisis financiera es necesario sumarle las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre próximo, cuyo matiz electoral pasó del ámbito militar al económico. El electorado norteamericano empezó a posicionarse respecto de sus preferencias en un contexto muy complejo, ya que la crisis genera miedos y prevenciones. Las propuestas republicanas no surten efecto entre los votantes, debido a las carencias técnicas del candidato, sumado al hecho de pertenecer al mismo partido político que el actual presidente George Bush. Todo ello viene a favorecer a Barack Obama, quien según el promedio nacional de encuestas que hace el sitio en Internet de Real Clear Politics, dan la victoria al partido demócrata por más de 10 puntos de ventaja.
El próximo presidente de Estados Unidos, deberá enfrentar el reto de sanar la enferma economía del país. Lo que no deben olvidar los entusiastas y utópicos seguidores latinoamericanos de la política estadounidense, es que más allá del triunfo de demócratas o republicanos, Estados Unidos posee una rígida Política de Estado, que aunque disminuyan sus ingresos económicos muy pocas cosas cambiarán en el corto plazo.
Las naciones de América Latina forman parte de las menos perjudicadas por la crisis financiera que hoy sacude a los Estados Unidos de América gracias al actual proceso de transformación que vienen impulsando en materia económica, ya que están labrando un camino contrario a la tradicional política neoliberal impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Muestra de ello, son las acciones emprendidas por países como Venezuela, el cual ha llevado adelante la consolidación de alianzas estratégicas, en especial en materia energética con Brasil, Rusia, India y China. De igual forma, el Estado venezolano en materia fiscal instauró la modernización del sistema aduanero y la implementación de planes contra la evasión y el contrabando, dirigidos a mejorar la recaudación, lo que ha permitido que el presupuesto nacional reduzca cada vez más su dependencia de las exportaciones petroleras.
Otra de las acciones positivas para contraponer la tesis que trata de mostrar a Venezuela débil ante la crisis en EEUU fue la decisión del Ejecutivo de trasladar, en 2005, la mayor parte de sus reservas internacionales al Banco de Pagos Internacionales de Basilea, Suiza, por el peligro que representaba tenerlas depositadas en instituciones estadounidenses.
Asimismo, se estableció un nivel óptimo de Reservas Internacionales, con el propósito de destinar las excedentarias a la inversión social y productiva, esquema que complementa el fortalecimiento de la economía.
Es así como, Venezuela y otras naciones de América Latina son las menos perjudicadas por la crisis financiera que hoy sacude a los Estados Unidos y al mundo, gracias al actual proceso de transformación política y económica que se viene impulsando.
Juan Carlos Salcedo

12 de julio de 2008

Douglas Rojas Jimenez


Douglas Rojas Jiménez.


“Era un chavista. Tenía capucha roja. Allí estaban los Tupamaros armados. Estaba infiltrado”. “Era un estudiante universitario protestando contra la Directora de la Escuela de Nutrición”. “Era un joven a punto de entrar a la ULA, que estaba reclamando por la inseguridad reinante en la ciudad y en el Estado”. “Era un demócrata venezolano luchando por los inhabilitados políticos”. Era…era...era...nadie sabe quien era Douglas Rojas Jiménez, pero es despreciable como desde la Federación de Centros Universitarios FCU se adjudican la muerte de un chamo de 19 años como bandera de su lucha política. El problema va más allá. Los medios de comunicación transmiten todo aquello, pero la radicalización del país es tal que el estudiante de Derecho reclama (pero no sabe ni el nombre de la Directora de la Escuela de Nutrición), la ama de casa se indigna (pero no sabe que es un inhabilitado), el trabajador se molesta por las trancas en calles y avenidas de la ciudad de Mérida...él no justifica que haya protestas por la inseguridad (pero teme llegar tarde a su casa en San Jacinto o El Chama, porque si se hace tarde lo pueden robar o hasta matar). El chamo de 16 años no le presta atención. Se enteró de la muerte de Douglas por Facebook o por Messenger.
El joven estudiante piensa que parte de ser universitario es echar piedras a los policías, y se vuelve un “juego entre policías y ladrones”, la adrenalina sube, te aplauden si le pegas a un policía, si te acercas y devuelves las bombas lacrimógenas eres un héroe, si le quitas un casco o un escudo a un policía eres el líder de líderes, y ni hablar si te perdigonean. “Pero pana...y si te matan?

La ciudad vuelta un caos. Los comercios del centro de la ciudad con pérdidas millonarias. Los demás comercios con temor a que sean saqueados. Quien saquea? Los estudiantes no son los promotores del saqueo, pero si los responsables, ya que no poseen el liderazgo suficiente para controlar a la gente que según ellos mismos tienen en las calles protestando. Esto daría pie a varias hipótesis:
1. La lucha es estudiantil, pero no son estudiantes universitarios los promotores de los saqueos.
2. En los saqueos participan estudiantes universitarios, pero no responden al liderazgo de la FCU. Actúan espontáneamente.
3. La lucha no es estudiantil, sino política. Entonces los inhabilitados políticos de Mérida, no poseen ningún liderazgo sobre la gente ni para detener los saqueos, ni mucho menos para conseguir los votos necesarios para optar a los cargos públicos.
4. La lucha es estudiantil, pero por razones sociales (la inseguridad). Sin embargo, la misma protesta es violenta e insegura. Mientras los policías están en las protestas, la delincuencia común sigue robando, traficando drogas, violando y matando a merideños.
5. La lucha es estudiantil, pero por vacaciones académicas. Eso ni es lucha, ni es de estudiantes, pero sin dudas, y aunque parezca descabellado, es una razón que mueve a gran cantidad de estudiantes al menos a encender cauchos a las afueras de sus facultades.

Entonces quien es el responsable? De nadie, o quizás de todos. Douglas Rojas Jimenez era un joven que no tenía nada que ver con el problema de Nutrición. Sí con el problema de inseguridad, y quizás con el de los Inhabilitados. Pero eso importa acaso? No. Independientemente de cuál haya sido su motivación para estar allí, si fue por convicción en la lucha o lo engañaron, o simplemente fue a “echar piedras” un rato, lo que de verdad importa es que una persona no debe morir en una manifestación en Venezuela, ni en cualquier país del mundo. Por qué metras? Quién fue? Será castigado? Se hará Justicia? Quedará impune?

Lo peor, lo más cruel, lo más injusto es que no va a haber justicia para Douglas. Eso es lo que nos enseña la historia, y de ella también aprendemos. La historia es un ciclo de acontecimientos que se repiten hasta que sucede algo en el colectivo o en el individuo, un despertar que lo motiva a ser más, a buscar más, a cambiar, a no dejarse llevar por la corriente del uso, y su actitud impacta sobre el curso de la historia. Nadie sabe quien era Douglas Rojas Jiménez. Hoy está muerto. La FCU y los Centros de Estudiantes de Medicina y Nutrición deben resolver el problema. La FCU debe mediar y conciliar para el cese de protestas. Los inhabilitados políticos deben hacer frente con los medios legales a su proceso. La Dirección de Seguridad Ciudadana debe admitir que sus funcionarios hacen uso abusivo del poder y emplean armas y municiones no permitidas para controlar manifestaciones, hacer las investigaciones, y castigar al culpable. Pero lo más seguro es que nada de esto pase. Que el Consejo Universitario llame a "receso docente", y que el tiempo se encargue de olvidar a Douglas Rojas Jiménez.
La historia nos llama.
Chamo que tu muerte no sea en vano. Amén.

Juan Carlos Salcedo
abogado_salcedo@yahoo.es

19 de junio de 2008

Instantes


Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores.

No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.

Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.

Sería menos higiénico.

Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.

Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.

Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos. Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.

Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres, y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años... y sé que me estoy muriendo.

Jorge Luis Borges.

John F. Kennedy

John F. Kennedy


"Ha llegado el momento de una nueva generación de líderes, de nuevos hombres que sepan enfrentarse a nuevos problemas" JFK



"Los hombres capaces de crear poder suponen una contribución indispensable para la grandeza de su país, pero los hombres que ponen en duda el poder suponen una contribución quizás aún mayor, especialmente cuando la duda es desinteresada, porque juzgan si somos nosotros los que usamos el poder o es el poder el que nos usa a nosotros" JFK Oct. 1963



"Hoy en día, la política exterior nos guste o no, supera a cualquier otro campo en el impacto que tiene en nuestra vida diaria. Inversiones, transacciones, prosperidad del país, extensión de los servicios sociales: todo depende de la fundamental cuestión de la guerra y la paz" JFK



" Nosotros estamos hoy a las puertas de una nueva frontera.La nueva frontera a la que me refiero no está formada por promesas, sino por compromisos. No expresa lo que yo quiero ofrecer a los americanos, sino lo que exigo de ellos" JFK



"Exactamente, ¿por qué el mejor sistema es el democrático?... Es el mejor sistema porque permite el pleno desarrollo del hombre como individuo. Sin embargo, esto sólo quiere decir que la democracia es una forma de gobierno "más agradable", no que sea la mejor para enfrentarse a los problemas que el mundo tiene hoy en día. Puede ser un sistema en el que vivir sea maravilloso pero sus debilidades siguen siendo importantes. Si verdaderamente queremos hacerlo, tenemos que aprender a mirar a nuestro alrededor con más realismo del que con ahora lo hacemos" JFK



"Creo que nuestro tiempo exige inventiva, imaginación, renovación y decisión" JFK

7 de mayo de 2008

Marcos en sus propias palabras.


«Marcos es gay en San Francisco, negro en Sudáfrica, asiático en Europa, chicano en San Isidro, anarquista en España, palestino en Israel, indígena en las calles de San Cristóbal, chavo banda en Neza, rockero en CU, judío en la Alemania nazi, ombudsman en la Sedena, feminista en los partidos políticos, comunista en la posguerra fría, preso en Cintalapa, pacifista en Bosnia, mapuche en los Andes, maestro de la CNTE, artista sin galería ni portafolios, ama de casa un sábado por la noche en cualquier colonia de cualquier ciudad de cualquier México, guerrillero en el México de fin del siglo XX, huelguista en la bolsa de New York, reportero de nota de relleno en interiores, mujer sola en el metro a las 10 p.m., jubilado en plantón en el Zócalo, campesino sin tierra, editor marginal, obrero desempleado, médico sin plaza, estudiante inconforme, disidente en el neoliberalismo, escritor sin libros ni lectores, y, es seguro, zapatista en el Sureste mexicano. En fin, Marcos es un ser humano cualquiera en este mundo. Marcos es todas las minorías intoleradas, oprimidas, explotadas, resistiendo, diciendo "¡ya basta!" Todas las minorías a la hora de hablar y mayorías a la hora de callar y aguantar. Todos los intolerados buscando una palabra, su palabra, lo que devuelva la mayoría a los eternos fragmentados, nosotros. Todo lo que incomoda al poder y a las buenas conciencias, eso es Marcos.»

Sub Comandante Marcos
Ejercito Zapatista de Liberación Nacional
Comunicado del 28 de mayo de 1994

15 de abril de 2008

Walden (fragmento)


"Me fui a los bosques porque queria vivir a conciencia, quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida,
olvidar todo lo que no fuera la vida,
para no llegar a la muerte, descubriendo que no había vivido."

Henry D. Thoreau

14 de abril de 2008

Para que las virgenes aprovechen el tiempo.

Coged las rosas mientras podáis,
veloz el tiempo vuela,
la misma flor que hoy admiráis,mañana estará muerta.

La gloriosa lámpara del cielo, el sol,
cuanta más altura alcanza,
más habrá recorrido su camino,
y más cerca estará del ocaso.

La mejor edad es la primera,
cuando la juventud y la sangre están más calientes;
pero consumidas, la peor,
y peores tiempos siempre suceden a los anteriores.

Así pues no seáis reacias,
sino aprovechad el tiempo,
y mientras podáis, casaos,
pues una vez perdida la primavera,
puede que esperéis para siempre.

Robert Herrick.

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida!


¡Oh, mi yo! ¡oh, vida!
de sus preguntas que vuelven,
del desfile interminable de los desleales,
de las ciudades llenas de necios,
de mí mismo, que me reprocho siempre
(pues,¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),
de los ojos que en vano ansían la luz,
de los objetos despreciables,
de la lucha siempre renovada,
de lo malos resultados de todo,
de las multitudes afanosas y sórdidas que me rodean,
de los años vacíos e inútiles de los demás,
yo entrelazado con los demás.
La pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que vuelve -
¿qué de bueno hay en medio de estas cosas, Oh, mi yo, Oh, vida?
Respuesta:
Que estás aquí - que existe la vida y la identidad,
que prosigue el poderoso drama,
y que tú puedes contribuir con un verso.

WALT WHITMAN