12 de julio de 2008

Douglas Rojas Jimenez


Douglas Rojas Jiménez.


“Era un chavista. Tenía capucha roja. Allí estaban los Tupamaros armados. Estaba infiltrado”. “Era un estudiante universitario protestando contra la Directora de la Escuela de Nutrición”. “Era un joven a punto de entrar a la ULA, que estaba reclamando por la inseguridad reinante en la ciudad y en el Estado”. “Era un demócrata venezolano luchando por los inhabilitados políticos”. Era…era...era...nadie sabe quien era Douglas Rojas Jiménez, pero es despreciable como desde la Federación de Centros Universitarios FCU se adjudican la muerte de un chamo de 19 años como bandera de su lucha política. El problema va más allá. Los medios de comunicación transmiten todo aquello, pero la radicalización del país es tal que el estudiante de Derecho reclama (pero no sabe ni el nombre de la Directora de la Escuela de Nutrición), la ama de casa se indigna (pero no sabe que es un inhabilitado), el trabajador se molesta por las trancas en calles y avenidas de la ciudad de Mérida...él no justifica que haya protestas por la inseguridad (pero teme llegar tarde a su casa en San Jacinto o El Chama, porque si se hace tarde lo pueden robar o hasta matar). El chamo de 16 años no le presta atención. Se enteró de la muerte de Douglas por Facebook o por Messenger.
El joven estudiante piensa que parte de ser universitario es echar piedras a los policías, y se vuelve un “juego entre policías y ladrones”, la adrenalina sube, te aplauden si le pegas a un policía, si te acercas y devuelves las bombas lacrimógenas eres un héroe, si le quitas un casco o un escudo a un policía eres el líder de líderes, y ni hablar si te perdigonean. “Pero pana...y si te matan?

La ciudad vuelta un caos. Los comercios del centro de la ciudad con pérdidas millonarias. Los demás comercios con temor a que sean saqueados. Quien saquea? Los estudiantes no son los promotores del saqueo, pero si los responsables, ya que no poseen el liderazgo suficiente para controlar a la gente que según ellos mismos tienen en las calles protestando. Esto daría pie a varias hipótesis:
1. La lucha es estudiantil, pero no son estudiantes universitarios los promotores de los saqueos.
2. En los saqueos participan estudiantes universitarios, pero no responden al liderazgo de la FCU. Actúan espontáneamente.
3. La lucha no es estudiantil, sino política. Entonces los inhabilitados políticos de Mérida, no poseen ningún liderazgo sobre la gente ni para detener los saqueos, ni mucho menos para conseguir los votos necesarios para optar a los cargos públicos.
4. La lucha es estudiantil, pero por razones sociales (la inseguridad). Sin embargo, la misma protesta es violenta e insegura. Mientras los policías están en las protestas, la delincuencia común sigue robando, traficando drogas, violando y matando a merideños.
5. La lucha es estudiantil, pero por vacaciones académicas. Eso ni es lucha, ni es de estudiantes, pero sin dudas, y aunque parezca descabellado, es una razón que mueve a gran cantidad de estudiantes al menos a encender cauchos a las afueras de sus facultades.

Entonces quien es el responsable? De nadie, o quizás de todos. Douglas Rojas Jimenez era un joven que no tenía nada que ver con el problema de Nutrición. Sí con el problema de inseguridad, y quizás con el de los Inhabilitados. Pero eso importa acaso? No. Independientemente de cuál haya sido su motivación para estar allí, si fue por convicción en la lucha o lo engañaron, o simplemente fue a “echar piedras” un rato, lo que de verdad importa es que una persona no debe morir en una manifestación en Venezuela, ni en cualquier país del mundo. Por qué metras? Quién fue? Será castigado? Se hará Justicia? Quedará impune?

Lo peor, lo más cruel, lo más injusto es que no va a haber justicia para Douglas. Eso es lo que nos enseña la historia, y de ella también aprendemos. La historia es un ciclo de acontecimientos que se repiten hasta que sucede algo en el colectivo o en el individuo, un despertar que lo motiva a ser más, a buscar más, a cambiar, a no dejarse llevar por la corriente del uso, y su actitud impacta sobre el curso de la historia. Nadie sabe quien era Douglas Rojas Jiménez. Hoy está muerto. La FCU y los Centros de Estudiantes de Medicina y Nutrición deben resolver el problema. La FCU debe mediar y conciliar para el cese de protestas. Los inhabilitados políticos deben hacer frente con los medios legales a su proceso. La Dirección de Seguridad Ciudadana debe admitir que sus funcionarios hacen uso abusivo del poder y emplean armas y municiones no permitidas para controlar manifestaciones, hacer las investigaciones, y castigar al culpable. Pero lo más seguro es que nada de esto pase. Que el Consejo Universitario llame a "receso docente", y que el tiempo se encargue de olvidar a Douglas Rojas Jiménez.
La historia nos llama.
Chamo que tu muerte no sea en vano. Amén.

Juan Carlos Salcedo
abogado_salcedo@yahoo.es