24 de octubre de 2008

Venezuela y la crisis económica mundial.

La globalización, como resultado del colapso del sistema bipolar devino no sólo en un sistema general de valores democráticos sino que además trajo consigo una economía de libre mercado, cuyos límites y falacias quedaron hoy en día al descubierto en lo que se considera la peor crisis económica de los últimos 50 años.
¿Qué representa esta crisis económica para la globalización? Representa la implosión del sistema unipolar, tirando abajo la praxis de un único “Estado mundial”, lo que según Kant ha supuesto un obstáculo para alcanzar la tan anhelada Paz Perpetua. Representa igualmente el surgimiento de un sistema internacional formado por varios Estados nacionales fuertes (o fortalecidos por diversos vínculos o alianzas políticas, comerciales, económicas y culturales) combinados con mercados tanto nacionales como globales, dando paso a una economía global basada en esquemas de integración, como la Unión Europea.
Esta inestabilidad de la globalización no es temporal, ya que los perjudicados en esta crisis van más allá de las paredes de Wall Street. No es sólo una crisis económica, es principalmente una crisis humana, ya que la brecha entre ricos y pobres se extiende, sin que escapen de esta realidad países como Estados Unidos, donde el 1% más rico de esa población percibe más del 21% de todos los ingresos del país.
A esta crisis financiera es necesario sumarle las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre próximo, cuyo matiz electoral pasó del ámbito militar al económico. El electorado norteamericano empezó a posicionarse respecto de sus preferencias en un contexto muy complejo, ya que la crisis genera miedos y prevenciones. Las propuestas republicanas no surten efecto entre los votantes, debido a las carencias técnicas del candidato, sumado al hecho de pertenecer al mismo partido político que el actual presidente George Bush. Todo ello viene a favorecer a Barack Obama, quien según el promedio nacional de encuestas que hace el sitio en Internet de Real Clear Politics, dan la victoria al partido demócrata por más de 10 puntos de ventaja.
El próximo presidente de Estados Unidos, deberá enfrentar el reto de sanar la enferma economía del país. Lo que no deben olvidar los entusiastas y utópicos seguidores latinoamericanos de la política estadounidense, es que más allá del triunfo de demócratas o republicanos, Estados Unidos posee una rígida Política de Estado, que aunque disminuyan sus ingresos económicos muy pocas cosas cambiarán en el corto plazo.
Las naciones de América Latina forman parte de las menos perjudicadas por la crisis financiera que hoy sacude a los Estados Unidos de América gracias al actual proceso de transformación que vienen impulsando en materia económica, ya que están labrando un camino contrario a la tradicional política neoliberal impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Muestra de ello, son las acciones emprendidas por países como Venezuela, el cual ha llevado adelante la consolidación de alianzas estratégicas, en especial en materia energética con Brasil, Rusia, India y China. De igual forma, el Estado venezolano en materia fiscal instauró la modernización del sistema aduanero y la implementación de planes contra la evasión y el contrabando, dirigidos a mejorar la recaudación, lo que ha permitido que el presupuesto nacional reduzca cada vez más su dependencia de las exportaciones petroleras.
Otra de las acciones positivas para contraponer la tesis que trata de mostrar a Venezuela débil ante la crisis en EEUU fue la decisión del Ejecutivo de trasladar, en 2005, la mayor parte de sus reservas internacionales al Banco de Pagos Internacionales de Basilea, Suiza, por el peligro que representaba tenerlas depositadas en instituciones estadounidenses.
Asimismo, se estableció un nivel óptimo de Reservas Internacionales, con el propósito de destinar las excedentarias a la inversión social y productiva, esquema que complementa el fortalecimiento de la economía.
Es así como, Venezuela y otras naciones de América Latina son las menos perjudicadas por la crisis financiera que hoy sacude a los Estados Unidos y al mundo, gracias al actual proceso de transformación política y económica que se viene impulsando.
Juan Carlos Salcedo