18 de diciembre de 2008

Política exterior de Venezuela y su influencia en Latinoamérica y el Caribe en los últimos diez años (1998-2008)

La política exterior de Venezuela en el período de 1958 a 1998


La promoción y el fortalecimiento de la Democracia Latinoamericana fue la línea fundamental de la política exterior venezolana en sus cuarenta años de “Democracia Representativa” (1958-1998), lineamiento consagrado en el preámbulo de la Constitución de la República de Venezuela del año 1961.
El accionar político de Venezuela en el hemisferio estuvo destinado a defender y consolidar un sistema de libertades que hiciera posible el ideal de una América Latina democrática, liderando iniciativas de gran importancia como la Doctrina Betancourt[1], instrumento mediante el cual el Estado Venezolano debería romper relaciones con gobiernos de facto de la región latinoamericana que llegaran al poder a través de golpes de Estado, derrocando a gobiernos democráticamente establecidos.
Así mismo, se respaldaría plenamente las políticas estadounidenses de la época, como lo fue la Alianza para el Progreso, programa de ayudas económicas para América Latina destinado a contrarrestar la influencia del comunismo en la región, y apoyar medidas más reformistas.

Aunque esta política prevaleció durante los cuarenta años del Pacto de Punto Fijo[2], hasta finales de los años setenta el accionar exterior venezolano estuvo marcado por una bonanza económica que facilitaría el trabajo en la región. Pero esto no resistiría mucho más, ya que durante los años 1989 a 1998 la crisis de la deuda externa venezolana y la crisis del sistema puntofijista reflejarían una contradicción entre los compromisos hemisféricos en defensa de la democracia y la terrible realidad social, política y económica que se vivía en Venezuela. Todo esto se desarrollaba en la etapa inicial de la postguerra fría, etapa en la que el poder hegemónico ejercido por Estados Unidos de América posaba sus ojos en la región, propagando la Democracia Liberal como sistema de gobierno y vida política universal, colocándole punto final a la evolución ideológica como lo señalaría Francis Fukuyama[3], en su obra “El fin de la Historia y el último hombre”.


Revolución Científica, la aparición de un nuevo paradigma en Venezuela


En el año 1962, Thomas Kuhn[4] escribió: “El paradigma, como patrimonio de un grupo y de un tiempo, se somete a las erosiones de las pruebas, de las verificaciones empíricas, que descubren carencias y debilidades e inician el período de asalto por parte de quienes buscan el liderazgo en el sistema. En la quiebra, en el relevo, como hecho irracional e ilógico, se produce la revolución científica que ilumina un nuevo paradigma…”. Cuarenta años después, en el año 1992, en Venezuela se produce un Golpe de Estado fallido en contra del sistema puntofijista que para ese entonces estaba representado por el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Hugo Chávez Frías, líder de la insurrección militar aparece de esta forma en la escena política y social venezolana, presentándose en 1998 como candidato a la Presidencia del país, en contra de los partidos políticos tradicionales representados en AD y COPEI[5]. El 6 de diciembre de 1998, Hugo Chávez Frías gana las elecciones presidenciales con más del 50% de los votos. La revolución científica y el consecuente cambio de paradigma en Venezuela era ya un hecho.

Nuevo paradigma, nueva Constitución Nacional

Una de las promesas electorales era la convocatoria a una Asamblea Constituyente que redactara una nueva Constitución Nacional, la cual fue aprobada por el voto popular en 1999[6]. Con este hecho, no sólo cambiaría la política interna de Venezuela, sino que en materia de Relaciones Internacionales la nueva Carta Magna le daba un giro de 180 grados al accionar venezolano en el exterior, haciendo mayor énfasis en la promoción y desarrollo de la Integración Latinoamericana y Caribeña.
Haciendo un poco de historia, la primera República en Venezuela se inició cuando el país se independizó del dominio español en 1811. Para 1813 gracias a la Campaña Admirable dirigida por Simón Bolívar se logra fundar la Segunda República, la cual, poco tiempo después cae de nuevo por la inestabilidad política y las campañas dirigidas por el español José Tomás Boves. Los patriotas nuevamente lograrían el control del país y la fundación de la tercera República con la campaña de Guayana de 1817, expulsando definitivamente a los españoles en 1821 e integrándose en la Gran Colombia[7]. Sin embargo, José Antonio Páez, uno de los próceres de la independencia venezolana, estaba en contra de la Gran Colombia, y logró separar a Venezuela e instituirla como nación independiente naciendo la cuarta República llamada "República de Venezuela". En 1864, sin que Venezuela dejara de ser independiente, se le cambió el nombre a "Estados Unidos de Venezuela", y en 1953 se le modificó nuevamente por el de "República de Venezuela". Finalmente en 1999 pasa a denominarse “República Bolivariana de Venezuela”, mediante la aprobación de una nueva Constitución Nacional, naciendo de esta manera la Quinta República, y dando inicio a una refundación del Estado, refundación que generó cambios en el accionar político exterior de la Nación.

Conformación de los órganos e instituciones responsables de dirigir las Relaciones Internacionales de la República Bolivariana de Venezuela


La Constitución de 1999, en su Título IV “Del Poder Público” contiene la sección quinta titulada De las Relaciones Internacionales. Dichas relaciones responden a los fines del Estado en el ejercicio de la soberanía y defensa de los principios de independencia, igualdad entre los Estados, libre determinación y no intervención, solución pacífica de los conflictos internacionales, cooperación, respeto de los derechos humanos y solidaridad entre los pueblos. El aspecto fundamental de esta sección recae en el artículo 153 de la Constitución, el cual establece la promoción y favorecimiento de la integración latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, en la que los intereses sociales, culturales, políticos y ambientales tengan el mismo peso que los intereses económicos. En el área jurídica, las normas que se adopten en el marco de los acuerdos de integración serán consideradas parte integrante del ordenamiento legal y vigente y de aplicación directa y preferente a la legislación interna, previa aprobación de la Asamblea Nacional y posterior ratificación del Presidente de la República.
Una vez señalado el rango supraconstitucional que tienen los tratados en materia de integración regional, además de los principios constitucionales que rigen la Política exterior venezolana, la Constitución también señala cuales poderes del Estado tienen competencia en materia de Relaciones Internacionales. Estos organismos, poderes públicos e instituciones se detallan a continuación:

1. El Pueblo venezolano

Artículo 5 Constitución Nacional.
“La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la Ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público…”
Artículo 73 Constitución Nacional.
“… Los tratados, convenios o acuerdos internacionales que pudieren comprometer la soberanía nacional o transferir competencias a órganos supranacionales, podrán ser sometidos a referendo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros…o por el quince por ciento de los electores o electoras inscritos e inscritas en el Registro Civil y Electoral”
Según lo establecido en ambos artículos, ciertos aspectos de la política exterior como los tratados, convenios o acuerdos internacionales de especial trascendencia, podrán ser sometidas por el pueblo a un referéndum aprobatorio, otorgándole total carácter vinculante a la decisión que emane de la consulta popular. La Asamblea Nacional de Venezuela, dependiendo del resultado podrá sancionar el proyecto de ley contentivo del tratado o acuerdo del que se trate el referéndum, o en caso contrario, deberá rechazarlo.

2. El Poder Ejecutivo Nacional

Entre las atribuciones del Presidente o Presidenta de la República, de acuerdo a lo señalado por la Constitución Nacional en su artículo 236 se encuentra expresamente:
Numeral 4: “Dirigir las relaciones exteriores de la República y celebrar y ratificar los tratados, convenios o acuerdos internacionales”.
Numeral 20: “Fijar el número, organización y competencia de los ministerios y otros organismos de la Administración Pública Nacional…” Esta atribución será ejercida en Consejo de Ministros.
El Presidente o Presidenta de la República, como Jefe de Estado y de Gobierno tiene especial importancia y lógica preeminencia en la dirección de las relaciones exteriores, ello debido a la conectividad que existe entre el desarrollo endógeno de un país y su relación con países vecinos, como con los demás países del mundo. Una dirección compartida en materia de relaciones exteriores podría crear contradicciones en el accionar venezolano, obstaculizando la integración regional, y como consecuencia directa perjudicar el desarrollo de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Con esto, se resalta la importancia de Venezuela y su actual proceso revolucionario en la construcción de una unidad de naciones latinoamericanas y caribeñas.
Con respecto a los ministerios, el Presidente es quien determina cuales ministerios serán competentes en materia de relaciones exteriores. Actualmente, los Ministerios con más competencia en este ámbito son los siguientes: de Relaciones Exteriores, de Industrias Ligeras y Comercio, de Energía y Petróleo, de Defensa, y, de Comunicación e Información, éste último llevaría a buen término la propuesta del presidente Chávez de crear una televisora del sur, denominada TELESUR.

3. La Asamblea Nacional de Venezuela

La Asamblea Nacional, máximo Poder Legislativo en Venezuela, está conformada por diputados y diputadas electos por votación popular. Entre las competencias que la Constitución Nacional en su artículo 187, se destacan:
Numeral 11: “Autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior, o extranjeras en el país”.
Numeral 14: “Autorizar el nombramiento…de los Jefes o Jefas de Misiones Diplomáticas Permanentes”.
Numeral 18: “Aprobar por ley los tratados o convenios internacionales que celebre el Ejecutivo Nacional…”
Los diputados (as) conforman un conjunto de Comisiones Permanentes, entre las que destaca la Comisión Permanente de Política Exterior, la cual está encargada de la iniciativa de leyes en su materia, estudiar proyectos de ley y presentar informes una vez hayan sido aprobado en primera discusión. Vale la pena mencionar, que acorde al proceso de cambios suscitado en Venezuela, esta Comisión fue la encargada en ejercicio de sus atribuciones constitucionales y legales, de la reforma parcial a la Ley de Servicio Exterior, aprobada por el pleno de la Asamblea Nacional, vigente desde el 2 de agosto de 2005, adecuando así las disposiciones de esta Ley a los imperativos y exigencias proyectados para la Venezuela del futuro y su actuación actual en los espacios internacionales.

4. Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores

Si bien este Ministerio forma parte del Poder Ejecutivo de Venezuela, merece especial atención en cuanto a los órganos encargados de ejecutar las disposiciones del Presidente o Presidenta de la República. De acuerdo a los establecido por la Constitución y las Leyes de Venezuela, el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene como misión planificar, formular y ejecutar, bajo la conducción directa del Presidente o Presidenta, la política internacional del Estado y la Nación venezolana en lo que concierne a las relaciones internacionales, a objeto de propiciar una posición estratégica, consecuente con la defensa del Interés Nacional.
Así mismo, Venezuela cuenta con Embajadas, Oficinas Consulares, Secciones Consulares de Embajadas, Consulados, y Vice-Consulados Honorarios en la mayoría de países en todo el mundo, así como un Instituto de Altos Estudios Diplomáticos para el desarrollo y actualización del personal diplomático. Todo esto coordinado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Venezuela y su participación en los diversos mecanismos de integración regional
El proceso de integración en Latinoamérica y el Caribe se remonta 200 años atrás durante los tiempos de la lucha por la independencia suramericana del colonialismo europeo. En ese entonces, Simón Bolívar y los próceres de América lucharon por construir un hemisferio unido. Lo lograron, y el sueño aunque duró solo diez años se vio cristalizado con la creación en 1821 de la República de Colombia, o mejor conocida como la “Gran Colombia”.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, el 30 de abril de 1948, 21 países del continente americano se reúnen en Bogotá, Colombia, para participar en la IX Conferencia Internacional Americana, donde se firma la Carta de la Organización de Estados Americanos. Actualmente esta organización (OEA) es más un foro político que un mecanismo que sirva eficazmente a la integración de los pueblos.
En la década de los sesenta –paralelamente al proceso europeo- se inició un proceso de integración regional con esquemas como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), donde los países miembros, entre estos, Venezuela, se comprometían a crear una zona de libre comercio en un plazo de doce años, plazo que fue modificado veinte años más, hasta 1980, año en que el ALALC es reemplazado por la Asociación Latinoamericana de la Integración (ALADI), cuyo objetivo es crear un mercado común por medio de iniciativas multilaterales flexibles.
Para 1969, mediante la suscripción del Acuerdo de Cartagena surge el proceso andino de integración conocido como la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que en principio agrupó a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Chile, este último se retiró durante la dictadura de Augusto Pinochet, pero luego pediría su reingreso en 2006. Venezuela suscribió el Acuerdo en 1973, pero se retira en 2006 argumentando que los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos firmados por Colombia y Perú desvirtuaban el objetivo por el que se creó la CAN.
En 1973, con la firma del Tratado de Chaguaramas, se crea la Comunidad del Caribe o CARICOM (en inglés), con el fin de integrar un mercado común en la región del Caribe. Estuvo integrada en un comienzo por Barbados, Guyana, Jamaica, y Trinidad y Tobago. Actualmente cuenta con quince miembros plenos, cinco miembros asociados, y siete miembros observadores.
En 1985 se puso en marcha un proceso de integración, que recién entró en vigencia el 15 de diciembre de 1995, conocido con el nombre de Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el cual estableció un arancel externo común, y una zona libre de aranceles para los productos de los paises miembros, con la excepción del azúcar y el sector automotriz. Sus propósitos son promover el libre intercambio y el movimiento de bienes, personas y capital. Entre sus miembros plenos se encuentran: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, y recientemente Venezuela. Con el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur, el bloque pasó a representar el 78% del Producto Interno Bruto de la región, así como el 65% de la población suramericana. Hoy en día, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú poseen la calidad de Estados asociados.
El 18 de diciembre de 1986, por la Declaración de Rio de Janeiro, suscrita por los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela se crea el Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política, o Grupo de Rio. Este mecanismo fue creado en sustitución al Grupo Contadora[8].
En el año de 1999 el escenario que le toca enfrentar al nuevo gobierno venezolano en cuanto a mecanismos de integración presenta un ambiente diverso. Se trata de ALADI, CARICOM, CAN, GRUPO DE RIO, y la OEA. Este último aunque no es un mecanismo de integración en sí mismo, bien podría haber sido considerado como un medio para la unidad regional, de no haber sido por las falencias que presenta el hasta ahora máximo órgano político regional.
Con esta realidad tan “amplia y diversa”, Venezuela comienza su lucha por una Latinoamérica unida, pero el 11 de abril de 2002 se produce un intento de derrocamiento al Presidente Hugo Chávez, hecho que marcaría un antes y un después en las relaciones Venezuela-Estados Unidos, ya que el país suramericano denunciaría a partir de ese momento la intervención, planeamiento y financiamiento por parte del país norteamericano, del Golpe de Estado en contra del presidente Chávez. El carácter antiimperialista de la nueva diplomacia bolivariana se acrecentaría cada vez más, utilizando cada espacio de debate internacional para señalar la injerencia estadounidense en los asuntos internos de los países del Sur, unas veces por medio del derrocamiento de presidentes legítimamente electos como en el caso de Allende en Chile o Jean-Bertrand Aristide en Haití, algunas veces por medio de la vía militar como sucedió en Bahía de Cochinos en Cuba, o en Nicaragua en 1984–caso llevado a la Corte Internacional de Justicia, la cual falló a favor de Nicaragua-, y otras veces por medio del cambio de la bota y el dolor, por el voto y el dólar.
En este último caso, el Área de Libre Comercio para las Américas vino a ser el arma utilizada por el gobierno de EEUU para la explotación de Latinoamérica, tal como lo ha denunciado el presidente venezolano, quien en vista de los Tratados de Libre Comercio firmados por Colombia y Perú con Estados Unidos, decide en 2006 retirar a Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones, y pedir el ingreso al Mercosur, petición que fue aceptada ese mismo año. Pero un factor interno en EEUU, le juega en contra al actual presidente Bush, y es que el Congreso de los Estados Unidos no ha ratificado aún los TLC con Colombia y con Perú, así como con algunas de las naciones centroamericanas. La ratificación del tratado por parte del Congreso es un requisito sine qua non para la entrada en vigencia del acuerdo comercial. Muchas de estas ratificaciones o rechazos, serán postergados hasta enero de 2009, fecha en la que asumirá el poder el nuevo presidente norteamericano Barack Obama.
Por esta razón, el presidente George Bush, aprovechó la presencia de los mandatarios centroamericanos en New York, durante la Asamblea General de Naciones Unidas, para presentar el 24 de septiembre de 2008, una declaración bajo el título "Camino a la prosperidad en las Américas", junto a los presidentes de once países quienes reafirmaron sus "compromisos compartidos con el comercio y la liberalización de inversiones, la inclusión social, el desarrollo, el derecho y la democracia". En el encuentro participaron los presidentes de Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, y Canadá. Se trata en todos los casos de países que tienen vigentes o al menos firmados Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Aunque en este momento la iniciativa “Caminos” carece de medidas concretas, se trata de un eufemismo para el ALCA, ya que sus componentes principales evocan el inacabado proyecto de libre comercio iniciado en 1994. La iniciativa cuenta con una agenda y acuerdos económico-mercantiles y financieros bajo el pilar denominado ‘Competitividad y Prosperidad’. Igualmente contiene una agenda complementaria de carácter militar, de lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y la migración ilegal bajo el pilar de ‘Seguridad’.
“… una de las maneras más seguras de hacer que la oportunidad sea real para todos nuestros ciudadanos es abrir nuestras puertas al comercio.” Camino hacia la prosperidad. Discurso 6 junio, 2005. Pdte. George W. Bush

El ALCA establecería una sola zona de libre comercio entre las 34 economías de la región. Este instrumento tenía como objetivo la eliminación progresiva de las barreras al comercio y la inversión. Doce grupos de trabajo fueron creados para tratar temas como el acceso a los mercados, la agricultura, las compras del sector público, la inversión y los derechos de propiedad intelectual, entre otros. El ALCA además se enmarcaba dentro de una estrategia de seguridad nacional de EEUU.
Sin embargo, la iniciativa del ALCA se vio frustrada en 2005. La disparidad en las negociaciones (EE.UU. se rehusó a negociar el tema de los subsidios agrícolas y sus prácticas antidumping y en cambio demandó apertura en propiedad intelectual, compras públicas, inversión, entre otros), el liderazgo que jugó Venezuela, Brasil, la movilización social en Bolivia, y los intereses divergentes entre los países debilitaron su aceptación.
La Unión Suramericana de Naciones (UNASUR), fue creada durante la Reunión Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno realizada en Brasilia, en 2008. Se firmó el Tratado Constitutivo de la Unión Suramericana de Naciones, conformada por los doce países independientes de Suramérica, a saber: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, y Venezuela. La diferencia de este proceso de integración regional con los mecanismos anteriores radica en que por primera vez se agrupan en una comunidad política y económica, los países miembros de la CAN y los países miembros del MERCOSUR, además de dos países de CARICOM. – Entre las áreas de acción se encuentran: el diálogo político, la integración física; el medio ambiente; la integración energética; los mecanismos financieros sudamericanos; las asimetrías; la promoción de la cohesión social, de la inclusión social y de la justicia social; y, las telecomunicaciones.
Esta naciente comunidad de naciones avanza actualmente en la discusión para la creación de un Consejo de Defensa Suramericano, propuesta venezolana en el año 1999, y hoy retomada por Brasil.
Ante la amenaza latente que representa para la región los TLC, el gobierno de Venezuela dio a conocer su propuesta para avanzar en la Integración: la Alternativa Bolivariana para las Américas.

ALBA, Alternativa Bolivariana para las Américas


Ha sido el esfuerzo más contundente realizado y promovido por el Gobierno venezolano para la integración de los pueblos del Sur, que en este caso se refiere en principio a todos los países al sur de los Estados Unidos de América. Entre los principales elementos que componen la propuesta venezolana se encuentra el incentivo a la negociación directa entre Estados, el fortalecimiento de sus soberanías, la conformación de un bloque de poder autónomo en América Latina y el Caribe, y la elaboración de una carta fundacional de la Unión del Sur, tratado constitutivo que se firmó entre los presidentes de las doce naciones suramericanas: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Venezuela y Uruguay, pero que aun espera la ratificación por parte de los poderes legislativos de al menos nueve paises para poder entrar en vigor, tal como lo establece el artículo 26 de dicho Tratado.
El nuevo paradigma integracionista contraviene los esquemas neoliberales presentes en el ALCA y los TLC, incorporando los principios de solidaridad, cooperación, complementariedad, justicia social y desarrollo compartido. Se trata de una ruptura con la tesis que otorga preeminencia al factor económico sobre los factores culturales, sociales y políticos.


Aportes y logros alcanzados en Latinoamérica y el Caribe desde el gobierno iniciado en Venezuela en el año de 1998 hasta el 2008. Conclusiones

A nivel energético, Venezuela como país petrolero, propuso la creación de Petroamérica. Petróleos de América o Petroamérica es el proyecto de creación de una empresa multinacional que estaría conformada por el conjunto de empresas energéticas estatales de la región latinoamericana y el Caribe: Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Petróleos de Venezuela (PDVSA), Empresa Nacional de Energía de Argentina (ENARSA), Petróleos de Brasil (Petrobras), Petróleos de Ecuador (Petroecuador), Cupet de Cuba y Petrotrin de Trinidad y Tobago, a las que se adscribirían nuevas refinerías y gasolineras donde se comercializarían los productos refinados en naciones no productoras de hidrocarburos. Este emprendimiento que controlaría el 11,5 % de las reservas mundiales de crudo y podría influir decisivamente en el mercado mundial de la energía dominado hoy día por pocos oligopolios, estadounidenses en su mayoría, y estaría destinado a atender proyectos de inversión que promuevan la integración energética del área, al par que garantizaría el incremento del valor agregado del petróleo crudo y del gas con la producción de subproductos petroquímicos necesarios para impulsar un genuino desarrollo sostenible y no dependiente para toda América Latina y el Caribe. La reactivación de la OPEP estableciendo alianzas estratégicas con sus miembros, para después avanzar en acuerdos de cooperación bilateral en América Latina y el Caribe. La propuesta de reactivar las relaciones Sur-Sur, va más allá de la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA, es la única opción real de los pueblos latinoamericanos y del Caribe para sobrevivir. La participación popular ha impulsado un cambio de paradigma en la región. Latinoamérica y el Caribe han dejado de ver tanto hacia el Norte, y han comenzado a verse mucho más a sí mismos, a sus pueblos, a sus economías, a sus realidades, a su cultura. Más allá de un problema y un debate ideológico entre derecha e izquierda, en la región se escucha nuevamente un debate social que apunta hacia la unidad de los pueblos y gobiernos latinoamericanos.


Nueva arquitectura de Seguridad Regional. La creación de un Consejo de Defensa Suramericano (CDS) fue una propuesta venezolana en 1999, que desdibujada por la opinión pública internacional quedo en el olvido. El CDS debería poder ser una alianza estratégica regional destinada a fortalecer la soberanía de sus miembros, proteger sus recursos y su democracia y coordinar acciones efectivas para combatir el delito, así como prevenir situaciones como la incursión de tropas colombianas en el Ecuador.


Fondo Monetario Latinoamericano vs FMI. El presidente Chávez planteó la idea de establecer un Fondo monetario o financiero Latinoamericano que permita a los países de la región prescindir del Fondo Monetario Internacional. Dicho Fondo podría formarse con los numerosos pequeños fondos financieros que funcionan en la región y así dar al traste con mecanismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) "cuyas políticas de shock han provocado desastres sociales".


Carta Social Latinoamericana vs Carta Democrática Interamericana. La Carta Social de las Américas es una iniciativa venezolana que va más allá de las fronteras nacionales para convertirse en un instrumento hemisférico que unificará los derechos sociales fundamentales de todos los pueblos democráticos en América Latina y el Caribe. Está compuesta por seis títulos que abarcan desde los derechos sociales fundamentales, derechos comunitarios, derechos económicos, derechos culturales, derechos de los afrodescendientes, derechos de los pueblos Indígenas, hasta llegar a los derechos comunitarios, la Carta Social se perfila como el complemento de la Carta Democrática Interamericana, instrumento político que excluye los derechos sociales, económicos y culturales.

Socialismo del siglo XXI vs Capitalismo.

ALBA vs ALCA.
Venezuela en MERCOSUR.
TELESUR (Televisión del Sur)
, es una cadena de televisión con financiación pública que transmite para Latinoamérica en castellano las 24 horas del día, vía satélite, y en varias ciudades de Venezuela, por señal abierta. También es recibido en Europa a través de internet y del satélite ASTRA. Inició sus actividades el 24 de julio de 2005. Su lema es Nuestro Norte es el Sur. Fue impulsada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez junto con el apoyo de los gobiernos de Argentina, Brasil, Cuba y Uruguay, con los cuales se efectúan los pasos para su desarrollo —posteriormente se sumarían como socios Bolivia en el 2006, y Nicaragua y Ecuador en el 2007, y Paraguay a partir del 2008, pero de una forma gradual. Según sus creadores, su objetivo es ser un canal de noticias con una propuesta a la integración latinoamericana por la vía comunicacional con un pensamiento bolivariano y humanista, así como una alternativa a los medios de noticias estadounidenses, como CNN, Univisión, y la británica BBC.


Banco del Sur, es un fondo monetario, banco de desarrollo y organización prestamista propuesta por el presidente de Venezuela Hugo Chávez, y formado por los gobiernos de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay. Contará con un capital inicial de 20.000 millones de dólares. La meta del Banco del Sur es incluir a cada nación de América Latina. El programa prestará el dinero a cualquier nación que emprenda la construcción de programas aprobados y abrirá nuevas alternativas de financiamiento donde estarán presentes conceptos como la igualdad, equidad y la justicia social.

Sistema Unitario de Compensación Regional, SUCRE. Los líderes del ALBA acordaron en Caracas, en noviembre de 2008 avanzar en el proyecto de una moneda única: el sucre - sistema unitario de compensación regional - que al decir de los socios del acuerdo les permitirá prescindir del dólar en sus transacciones comerciales

“Pensamiento del Sur”, que transmite día a día la idea de que otro mundo, no sólo es posible sino necesario.

Notas al pie:
[1] La Doctrina Betancourt fue plasmada en el discurso de toma de posesión de Rómulo Betancourt en febrero de 1959, fundamento que definió la política exterior de Venezuela una vez que culmina el régimen del General Marcos Pérez Jiménez en 1958.
[2] Pacto político entre los partidos Acción Democrática (AD), COPEI y URD en 1958, con el objetivo de defender la constitucionalidad, ejercer un gobierno de Unidad Nacional y un programa único común, pero que en la práctica devino en un bipartidismo entre AD y COPEI que duraría hasta 1998.
[3] Fukuyama, F. “El fin de la Historia y el último hombre”, 1992. El autor defiende que la Historia humana como lucha entre ideologías ha concluido, dando inicio a un mundo basado en la política y economía neoliberal que se ha impuesto a las utopías tras el fin de la Guerra Fría.
[4] Kuhn, Thomas S. “La estructura de las revoluciones científicas”, 1962.
[5] AD, Acción Democrática. Partido político venezolano, en su inicio socialdemócrata, pero en la década de los 90 su accionar se deslizó hacia una postura neoliberal en materia económica y social.
COPEI, Comité de Organización de Política Electoral Independiente. Partido político creado en 1946, de tendencia demócrata cristiana.
[6] El 15 de diciembre de 1999, por primera vez en Venezuela se aprueba una Constitución Nacional mediante una consulta popular. Su aprobación obtuvo el 71.78 % de los votos válidos. Fuente: Consejo Nacional Electoral, Venezuela.
[7] La República de Colombia o “Gran Colombia” (nombre que se usa para diferenciarlo de la actual Colombia, que en ese entonces se denominaba Nueva Granada) fue la unión de algunas naciones suramericanas y del Caribe en 1821, que comprendía los actuales territorios de Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, parte de Brasil, Costa Rica, y parte de la hoy en día zona en reclamación entre Venezuela y Guyana.
[8] Instancia multilateral creada por Colombia, México, Panamá y Venezuela en 1983 para promover la paz en Centroamérica, especialmente en los conflictos armados en El Salvador, Nicaragua y Guatemala.

No hay comentarios: